Los duelos prohibidos: ¿Se puede sentir auténtico dolor por la pérdida de una mascota?: que no te digan que no

Javier Olivera, Alberto Gabarre y Raúl Usieto "Pecker" reflexionaron sobre los sentimientos de pérdida "desautorizados"

23 de Abril de 2024
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¿Se puede sentir dolor por la pérdida de una mascota?

¿Se puede sentir auténtico dolor por la pérdida de una mascota, de un trabajo, una expareja, la emancipación de una hija, hacerse mayor o el fallecimiento de un amante? La respuesta es clara: sin duda, se puede y no es nada extraordinario ni reprochable. El psiquiatra oscense Javier Olivera se refirió a este tipo de duelos como "desautorizados o prohibidos", porque "no encuentran su espacio en la sociedad y se viven en soledad".

Es lo que le sucedió al profesor Alberto Gabarre cuando murió su perra, un hecho tan desgarrador que le llevó a emprender una caminata de 1.000 kilómetros por el Pirineo y, posteriormente, a realizar el documental "1.000 kilómetros por Diana", como parte de su proceso de duelo. 

El Centro Cultural Manuel Benito Moliner acogió recientemente un coloquio, tan singular como necesario, en el que se abordó este tema. La charla, introducida y guiada por Olivera, contó también con la participación del músico y poeta Raúl Usieto "Pecker", además del propio Alberto Gabarre.

Olivera recalcó que es necesario "poder hablar socialmente de la pérdida" y, a veces, persona que pasan por situaciones como la de Alberto, no se sienten comprendidas, "incluso creen que su dolor no es pertinente, que no se puede llorar por perder una perra o porque su hijo se ha ido de casa". El entorno no lo entiende, porque socialmente no es lo que corresponde, pero la realidad es que "cada uno vive la perdida de una manera".

Javier Olivera, Alberto Gabarre y Raúl Usieto "Pécker" llenaron el centro cultural. Foto Myriam Martínez
Javier Olivera, Alberto Gabarre y Raúl Usieto "Pécker" llenaron el centro cultural. Foto Myriam Martínez

"Realmente, llegas a culpabilizarte -reconoció Alberto Gabarre-, porque te sientes muy mal y tiendes a comparar el dolor de perder a una mascota con el de perder a un familiar o a un buen amigo. Escuchas: Total, por una mascota, pero el dolor no se puede medir ni lo puedes decidir, te viene encima. Yo no esperaba que me llegara a sentir tan mal. Es interesante que la gente sepa que esto ocurre y no hay que juzgarla. El dolor es un derecho, igual que el amor. Hay que aprender a gestionarlo. Intentas ocultarlo, reprimirlo y el entorno no te da el apoyo que necesitas".

"Que nadie te diga: total, por una mascota"

Y es que, cuando fallece una persona hay unos ritos establecidos, pero no en el caso de un animal. Alberto Gabarre llegó a sentirse "hundido" y decidió grabar el documental para dar a conocer esta realidad. "Y que nadie te diga: total, por una mascota. Por una mascota, también", sentenció. 

El diálogo entre los ponentes reveló la importancia de brindar espacio y reconocimiento a todo tipo de duelos, así como la necesidad de encontrar formas de expresión y elaboración del dolor. Raúl Usieto aportó su perspectiva. 

El músico oscense, autor del poemario Un vuelo sin la mecánica adecuada, comentó que cualquier hecho artístico resulta una "terapia" muy interesante, tanto a la hora de expresar un dolor, como a la de "emocionarse y sentir cosas increíbles", y reconoció que escribir poemas y canciones es "una necesidad vital" para él .

Al acto asistieron la concejala del área de Cultura del Ayuntamiento de Huesca, Teruca Moreno, y el decano de la Facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte de Huesca, Carlos Plana.

TIPOS DE DUELOS Y SUS FASES

Los seres humanos funcionamos a base de pérdidas y hay muchas maneras de encontrar reparación. Así lo indicó Javier Olivera, que basó su exposición en dos libros divulgativos, El tratamiento del duelo, de J. William Worden, y Aprender de la pérdida, Robert A. Neymeyer.

Hay muchos tipos de duelos: por separaciones, divorcios, cambios de estatus, pérdida del empleo, la menopausia, la emigración y otros motivos. ·El duelo es algo que perdemos y es un proceso lento, puede ser normal en principio pero también se puede volver patológico. Requiere un periodo de adaptación y la elaboración significa contactar con el vacío que ha dejado", explicó Olivera, para subrayar después: "Lo importante es cómo reaccionamos ante lo que nos ocurre".

Javier Olivera, Alberto Gabarre y Raúl Usieto "Pécker". Foto Myriam Martínez
Javier Olivera, Alberto Gabarre y Raúl Usieto "Pécker". Foto Myriam Martínez

Ante una pérdida, sufrir es normal y hasta puede doler físicamente. A veces genera sentimiento de culpa, reacciones hostiles y una dificultad para volver a funcionar como antes. "Puede que incluso no volvamos a ser los mismos".

Como cualquier proceso, atraviesa por varias fases: una en la que confluyen sentimientos como angustia, miedo, enfado, ira, rabia, negación; otra de búsqueda de la figura perdida y preocupación; se pasa  a una desesperación y desorganización; y la final, que desemboca en nuevos objetivos y relaciones. "En ese camino hay tristeza, enfado, culpa, ansiedad, fatiga dolor, e hipersensibilidad", advirtió.

El duelo puede durar desde unos meses hasta unos años. Normalmente, las personas se van adaptando, pero hay personas que se quedan ancladas en una de las fases del duelo para siempre, "pueden sufrir depresiones muy graves y finales muy tristes".

"No es lo mismo una persona que ha sufrido una enfermedad muy larga, que da tiempo a realizar una pérdida anticipada, a un accidente o un suicidio, que es el fruto de una grave depresión", recalcó el psiquiatra.

Hay que aceptar la realidad y vivir el dolor conscientemente, adaptarse al entorno sin el ser querido, recolocarle y recordarle.

Y todo puede ayudar a superar el duelo, también la música y la literatura. Paco Umbral escribió Mortal y Rosa para superar el duelo por la muerte de su único hijo. El olvido que seremos, de Héctor Abad Faciolince, habla sobre la muerte de su padre; La ridícula idea de no volver a verte, lo escribió Rosa Montero tras el fallecimiento de su marido; y las Coplas por la muerte de su padre, es la gran obra de Jorge Manrique, fue relatando Olivera

El músico Roy Orbison perdió a su primera mujer en un accidente de moto, que llevaba él, y a sus dos hijos, en un incendio. Se recompuso en los años 80. Poco después de grabar un disco, murió a los 52 años de un infarto. cuando granó Not alone anymore (No estaré nunca más solo), todo el mundo acabó llorando".

Javier Olivera observó que, normalmente, se tiende a idealizar a la persona perdida, "también hay duelos que se complican, a veces por una culpa, por no haber tratado bien a la persona fallecida".

"Cuando hay desesperación extrema, hacemos ingresos de contención si existe un riesgo de suicidio. Se pueden producir desde iras incontroladas, hasta gente que no quiere salir de la cama", añadió.

 

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