Infancia Solidaria, ONG que promueve con líneas de acción pioneras valores solidarios entre los más pequeños, ha presentado junto a Eboca una colección exclusiva de vasos compuesta por seis modelos diferentes, diseñada para incentivar la solidaridad y empatía desde la infancia.
Coincidiendo con el Día Internacional del Niño, Raúl Benito, presidente de Eboca, y Ramón Alejandro Balet, de Infancia Solidaria, han explicado que, con una tirada de 300.000 unidades, estos vasos pretenden sensibilizar y fomentar la cooperación entre los niños de aquí y aquellos que se encuentran en situación de vulnerabilidad en países en vías de desarrollo.
A través de diseños creativos e inspiradores, destacan mensajes y gráficos que invitan a la reflexión sobre la importancia de ayudar y compartir además de contribuir a salvar vidas infantiles. Cada vaso incorpora un código QR que dirige directamente al sitio web de Infancia Solidaria, ofreciendo información adicional sobre cómo convertirse en socio infantil, participar como familia de acogida o apoyar económicamente las distintas iniciativas de la organización.
"Queremos que los niños se conviertan en protagonistas del cambio social. Son ellos quienes reciben la información sobre cómo su colaboración impacta positivamente en otros niños, desarrollando valores profundos de empatía, cooperación y solidaridad desde pequeños", afirma el mensaje de la organización.
La colección estará disponible desde abril en los puntos habituales hasta fin de existencias y representa una oportunidad única para educar y sensibilizar sobre la solidaridad infantil mientras se disfruta de una acción cotidiana como beber un café de especialidad de Eboca.
Infancia Solidaria (infanciasolidaria.org) centra su labor en proporcionar apoyo integral, garantizando acceso a atención quirúrgica y médica integral, educación, y protección a niños que viven en condiciones difíciles. Además, facilita tratamientos médicos especializados mediante intervenciones quirúrgicas a niños que no pueden ser tratados en sus países de origen, contando también con el apoyo imprescindible de familias de acogida. Actúa en más de cuarenta países en vías de desarrollo, en la que la labor pendiente, como afirma Balet, es todavía inmensa.