Una visita con alma solidaria ha vuelto a unir a los institutos Ramón y Cajal de Huesca y 25 de Abril de Alfafar. La directora del centro oscense, María Costa, junto a la jefa de estudios, María Gracia, han viajado a Valencia para en tregarle al centro educativo la ayuda recaudada en su jornada solidaria, que asciende a 3000 euros.
Esta acción continúa una línea abierta de colaboración que comenzó con un emotivo encuentro virtual entre los alumnos de ambos centros, el pasado 4 de abril, y que ahora se ha materializado en una experiencia profundamente humana, compartida entre comunidades educativas marcadas por la empatía y la resiliencia.
En ese contacto online, los estudiantes valencianos compartieron su experiencia durante y después de la catástrofe. Los oscenses, por su parte, decidieron dedicar todo lo que recaudasen en su ya tradicional Jornada Solidaria al centro de Alfafar.
La decisión de visitar el centro y llevarle esta ayuda en persona se tomó la semana pasada. Según ha explicado María Costa, no querían que el gesto se redujera a un simple trámite bancario, "que no fuera todo tan frío: envío del cheque de dinero y ya he cumplido”.
"La verdad es que la videoconferencia ha tenido mucha repercusión en la comunidad educativa del Ramón y Cajal y la gente ha alabado esta iniciativa de colaborar con ellos", ha añadido.

Durante la visita, María Costa y María Gracia fueron recibidas por el equipo directivo, con Inma Sánchez al frente, profesorado y alumnado del IES 25 de Abril. Han pasado toda la mañana en el centro, conociendo de primera mano la magnitud de los daños y el impacto emocional que dejó el temporal. “Nos han recibido muy, muy bien, han estado toda la mañana con nosotros, nos han explicado un poquito cómo fue todo”, ha explicado la directora.
El relato que han escuchado ha sido conmovedor. "Ese día suspendieron las clases a partir del mediodía, pero aún quedaban algunos alumnos, el jefe de estudios y el secretario en las instalaciones. Llegaron de milagro a casa", les han contado.
Al día siguiente, el panorama fue desolador. “Toda la parte de abajo del centro estaba arrasada. No quedaba nada, incluso, la dana había tirado paredes”, ha detallado Costa.
Especialmente grave fue la pérdida de equipamiento en los talleres de los ciclos formativos de mantenimiento, donde había maquinaria pesada y costosa, ahora inservible. El proceso de retirada sigue en marcha.
También resultaron afectados espacios clave para la actividad académica. “Los laboratorios de biología estaban allí, aulario de dibujo, eran clases específicas importantes. Todo lo de abajo quedó destruido”.
Recuperar la cotidianidad no fue inmediato ni sencillo. “Al principio, cuando les dijeron que tenían que volver a la normalidad, el profesorado fue un poco reticente. Tenían miedo porque nadie les aseguraba que el centro estuviera en buenas condiciones, y tenían situaciones personales complejas y graves”.
A pesar de todo, Costa ha destacado la entereza del equipo directivo del IES 25 de Abril. "Con lo que han pasado, les hemos visto muy fuertes y animados, porque, sobre todo, están muy contentos de la solidaridad de la gente”.
El centro ha recibido numerosas donaciones. “Tienen cajas y cajas enteras sin abrir de todos los institutos, de todos los centros de España”.
La impresión final ha sido muy positiva. "Nuestra sensación es muy buena, nos hemos quedado contentas de poderles ver, de hablar con los chavales, con la directora, el secretario. Nos vamos con un buen sabor de boca, porque están muy agradecidos de que hayamos ido y sepamos de ellos y les hayamos escuchado, más que por la colaboración económica”.
Costa ha añadido que, además, algunos miembros del centro les han relatado vivencias personales que les han dejado impresionadas. "La población está aún con barro, los locales destrozados, la mayoría, y se ven muchas obras”.
De regreso, María Costa y María Gracia van a compartir esta experiencia con el alumnado del Ramón y Cajal. De hecho, el intercambio no termina ahí: “Lo que nos han dicho es que quieren venir a ver a sus compañeros de Huesca y hemos pensado a ver si a través de la DPH les podían pagar, aunque fuera el transporte a Huesca y visitar nuestro centro”.