El Encuentro de Bolilleras de Huesca del 18 de junio corre peligro por la falta de apoyo municipal

Las sillas están comprometidas para el concierto de Bob Dylan y el concejo de Grañén las presta pero necesitan el transporte hasta Huesca

24 de Mayo de 2023
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Encuentro de Bolillos Osca en una pasada edición
Encuentro de Bolillos Osca en una pasada edición

El Encuentro de Bolillos Osca 2023, programado para el 18 de junio de 2023, corre riesgo cierto de suspensión en su 25 edición ante la falta de respaldo del Ayuntamiento de Huesca, que aduce que no dispone de sillas ni mesas para prestar a la Asociación de Encajeras Santa Úrsula por la celebración del concierto de Bob Dylan la noche anterior. La entidad social valora la suspensión porque la búsqueda de soluciones topa con el escaso apoyo que han encontrado en el consistorio, que afirma que tampoco puede transportar dos centenares de asientos que presta el concejo de Grañén que preside Carlos Sampériz. La solución que ofrece el concejal de Servicios Generales, Roberto Cacho, es su traslado al mes de julio, contingencia que no contempla la asociación por el exceso de calor.

El XXV Encuentro de Bolillos Osca 2023 está en el aire hasta el punto de que las ocho directivas de la Asociación Santa Úrsula están barajando comunicar a las procedentes de otros lugares de España como Lérida, Navarra o Zaragoza la desconvocatoria de su celebración. Algunas de las entidades que prevén asistir a Huesca atraídas por la espectacular organización de cada año ya han alquilado los autobuses para desplazarse hasta nuestra ciudad y les urge conocer la decisión final para evitar gastos y molestias. 

cartel del Encuentro de bolillos
Cartel del Encuentro de bolillos

La Asociación de Encajeras Santa Úrsula lleva días en un estado de nervios importante. El concierto de Bob Dylan de la noche anterior al evento (comenzaría de 10 a 14 horas en el Parque Miguel Servet) impide, según el ayuntamiento, la facilitación de las cerca de cuatrocientas sillas que precisan para esa artesanía atractiva que es una tradición proyectada hasta nuestro tiempo. Han expuesto las afectadas que se pueden llevar de madrugada, con escaso éxito en su reivindicación. Santa Úrsula está intentando un encaje de bolillos de otras características ante la respuesta negativa del consistorio. El alcalde de Grañén, Carlos Sampériz, se ha ofrecido para dejarles las 200 sillas que dispone y la directiva de la asociación necesita que alguien se haga cargo del traslado, habida cuenta que el consistorio oscense asegura no tener tampoco disponibilidad para este transporte. Otro hándicap serio es el de la negativa de la cincuentena de mesas que precisan para la actividad, y además requieren dos casetas que esperan les sean concedidas de la Feria del Libro. En cuanto a las mesas, la Comarca de La Hoya tampoco las puede habilitar por tener ya destino para ese día.

Sin embargo, aunque van troceando las soluciones ante las negativas, a estas alturas la posibilidad de que el 25 aniversario no se pueda celebrar es muy elevada. Es un "mazazo", aseguran, en una asociación que cuenta con 120 socias, muchas de ellas de la capital y también otras de Huesca, Barbastro, Almudévar o los Monegros. No entienden que esta actividad, que tanto carácter social tiene, sea desplazada de esta manera. Los perjuicios económicos para Santa Úrsula, modesta en su pecunio, pueden ser serios y es que ya han comprado aguas, han encargado comida y están reclamando regalos o adquiriéndolos en el comercio oscense. Recuerdan, además, que desde la pandemia no han recibido ninguna subvención del Ayuntamiento por lo que la sensación, concluyen, es de abandono. A punto de tirar la toalla, agotan las últimas gestiones en busca de la esperanza. Y, con ellas, las 400 bolilleras que hubieran llenado de color, de talento y de alegría el Parque Miguel Servet el 18 de junio.

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