Eric Guardamino y el Día Mundial del Riñón: "La pena va por dentro"

Con el lema "Salud renal para todos" se desarrolla esta jornada: prevención, causas y tratamiento

14 de Marzo de 2024
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Alcer Huesca conmemora el Día Mundial del Riñón. Foto Myriam Martínez PRINCIPAL
Alcer Huesca conmemora el Día Mundial del Riñón. Foto Myriam Martínez PRINCIPAL

Más de 200 oscenses -dos de ellos son niños- sufren una enfermedad renal. El Día Mundial del Riñón se conmemora para poner el foco en esta patología, dar apoyo a quien la padece y reivindicar la igualdad en el acceso a la atención sanitaria.

Según Eric Guardamino, presidente de Alcer Huesca, con esta jornada, que se desarrolla bajo el lema "Salud para todos", se pretende visibilizar todo lo que conlleva esta dolencia, "el cuidado, la prevención y el acompañamiento de las personas que están diagnosticadas o en tratamiento".

La enfermedad renal, como menciona Guardamino, que fue diagnosticado cuando tenía 24 años, a menudo es silenciosa y se manifiesta sin síntomas externos evidentes durante meses o incluso años. "Puede estar varios meses sin saber que se tiene un problema renal", explica.

LA PREVENCIÓN

La prevención y el cuidado son fundamentales, con análisis anuales y consultas médicas ante cualquier anomalía en la salud, como cambios en la orina o dolores persistentes.

La nutrición juega un papel central en el cuidado renal. "Modificar la alimentación puede retrasar significativamente el deterioro del órgano". En este sentido, Alcer Huesca ha elaborado un folleto con preguntas básicas para alertar sobre posibles problemas renales y fomentar la consulta con el médico.

 

"La alimentación mediterránea, rica en frutas, verduras, pescado y aceite de oliva, y evitar alimentos procesados y altos en grasas y azúcares" resulta algo crucial, y advierte sobre la influencia de la comida rápida y procesada en la sociedad actual.

También es recomendable una ingesta sana de líquidos, mantener una buena actividad física, controlar el peso, la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre, evitar el tabaco y el consumo de alcohol, disminuir el consumo de sal, no abusar de antiinflamatorios ni de laxantes y no automedicarse.

El insomnio, la fatiga y las náuseas son solo algunos de los síntomas que afectan a quienes viven con esta enfermedad.

"Detectar un problema renal temprano nos permite tomar medidas para evitar que empeore", afirma Guardamino. "Como asociación, nuestra labor es el acompañamiento y la visibilización de la enfermedad".

Durante 40 años, Alcer Huesca ha brindado servicios cruciales, desde psicología y nutrición hasta trabajo social y fisioterapia, adaptados a diferentes etapas de la enfermedad renal.

Con cerca de 200 socios y más de 400 atenciones anuales, Alcer Huesca ha experimentado una revitalización notable. "En 2019, estuvimos al borde del cierre, pero hemos logrado resurgir", apunta Guardamino.

Eric Guardamino, presidente de Alcer Huesca. Foto Myriam Martínez
Eric Guardamino, presidente de Alcer Huesca. Foto Myriam Martínez

LA ENFERMEDAD

La diversidad de causas de la patología renal, desde factores hereditarios hasta enfermedades crónicas y el uso prolongado de medicamentos, subraya la necesidad de una atención integral y personalizada.

"El impacto de la enfermedad renal en la vida diaria es significativo. Cambian muchas cosas. Pasamos por una etapa de negación y afrontamos limitaciones en la energía, movilidad y calidad de vida", explica Guardamino.

"Primero no queremos aceptar que tenemos esta enfermedad y, además, es fácil porque no nos muestra ninguna dolencia exterior, la pena va por dentro. Podemos seguir haciendo nuestro día a día, estar en nuestro trabajo. Si somos pequeños, ir al colegio. Pero llega un momento en que el riñón está tan deteriorado que sí que empieza a cambiar nuestro día a día, porque, de repente, empezamos a cansarnos al caminar. Algo que era tan sencillo como él andar en Huesca, en una ciudad pequeña, puede ser algo matador.", detalla

Al final, la máquina de hemodiálisis, un filtrado renal artificial, puede volverse imprescindible. "Ahí, tu vida cambia por completo, porque estás atado, tu vida, depende de una máquina. Puede ser que tengas posibilidad de un trasplante a futuro o no. Imagina una persona de 40 a 45 años que no es candidato..."

Sin embargo, la esperanza persiste, y organizaciones como Alcer Huesca continúan brindando apoyo y promoviendo la concienciación sobre la importancia del cuidado renal en la comunidad.

LA SITUACIÓN EN ARAGÓN

Más de 1.800 aragoneses están en tratamiento sustitutivo de la función renal, bien sea por recibir tratamiento de hemodiálisis (650 personas), bien porque han sido sometidos a un trasplante renal (1.160). 

En Aragón, la enfermedad afecta al 8% de la población. “De las 100.000 personas que aproximadamente sufren enfermedad renal, más del 95% son tratadas en Atención Primaria y no van a necesitar tratamiento que reemplace su función renal”, explica el jefe del Servicio de Nefrología del HUMS, Eduardo Parra. “Es una enfermedad que en los primeros síntomas se controla por los médicos de familia”, añade.

La enfermedad renal afecta al 8 % de la población aragonesa

El tratamiento que prestan a estos pacientes los médicos de Familia evita que la enfermedad progrese. Muchos de ellos son atendidos de forma coordinada entre los médicos de Atención Primaria y por Nefrología. En este contexto, es necesario detectar quiénes son los que necesitan un seguimiento por los especialistas.

Actualmente en Aragón 650 personas reciben tratamiento de hemodiálisis (104 en Huesca, 98 en Teruel y el resto en Zaragoza).

La hemodiálisis se realiza en la mayoría de los hospitales de Aragón y el único centro trasplantador de riñón de la Comunidad autónoma es el Servet, que en 2023 realizó 80 trasplantes. De ellos, el 50% de los donantes han sido en muerte encefálica, el 37,5% de donación en asistolia y en el 10% de los casos de donante renal vivo.

En estos momentos, existen en Aragón 1.160 personas trasplantadas de riñón. “El trasplante renal es el tratamiento ideal siempre que sea posible para el paciente con enfermedad renal crónica terminal. Pero no siempre puede hacerse en todos los pacientes y entonces es necesario la hemodiálisis o la diálisis peritoneal”, ha indicado Parra. En lo que va de año, ya se han realizado 12 trasplantes en el Servet.
 

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