Fallece Álvaro Franco Oliván, evangelizador de la alimentación para la salud

Veterinario y maestro, fue un gran divulgador sobre asuntos agroganaderos y sobre buenas prácticas nutricionales

13 de Mayo de 2023
Guardar
Álvaro Franco Oliván
Álvaro Franco Oliván

Álvaro Franco Oliván, veterinario, servidor del Estado y divulgador, ha fallecido con 90 años de edad en Huesca. Lo ha hecho con la entereza que ha sido siempre su distintivo vital, después de haber dejado la estela de sus obras y de sus conocimientos gentilmente compartidos con todos durante más de dos décadas en el Diario del Altoaragón que dirigían Antonio Angulo y el firmante de este obituario, dentro de la sección semanal de Panorama Agrario, que transitó desde los primigenios artículos sobre la actividad agropecuaria hasta la relación entre la alimentación y la salud. Tal fue el motivo de su libro que tuve el honor de prologar, recopilatorio de esos veinte años de colaboraciones periodísticas.

Nació por circunstancias familiares Álvaro Franco Oliván en el turolense Castel de Cabra, pero Mercedes y Genaro, sus progenitores, lo trajeron a los quince días a Huesca, donde el padre era un conocido y reconocido ganadero que extendió sus ansias emprendedoras a la carnicería. Fue un buen estudiante Álvaro, que cursó y se graduó en Magisterio primero en Huesca, y posteriormente se licenció en Veterinaria por la Universidad de Zaragoza.

Estudioso inagotable, fue diplomado en Sanidad por la Escuela Departamental de Bilbao, diplomado en Zootecnia dentro de la sección de Nutrición, en Inseminación Artificial y en Periodismo por el Sindicato Español Universitario.

En su desempeño, se hizo acreedor de la distinción como Comendador de la Orden Civil del Mérito Agrario por el Ministerio de Agricultura, además del reconocimiento del Consejo General de Colegios Veterinarios de España por su labor divulgativa a través del diario provincial.

Álvaro Franco, que ha sucedido en la marcha de este mundo a su hermano Juan Antonio (reputado pues en la 1 de Televisión Española daba a conocer el estado de las bolsas, como también en el ABC), comenzó a trabajar en Porta Callén, propietario mítico de granjas en Huesca y con el que tuvo una relación muy especial. Posteriormente, ingresó en la Diputación y obtuvo la plaza a continuación en la Diputación General de Aragón.

Casado con María Pilar Plasín Banzo, padre de Íñigo, Álvaro y Borja, que han heredado por vía genética talento y vocación en la empresa y en la veterinaria, Álvaro Franco llevó hasta el final de sus días sus señas de identidad. Persona recta y discreta, tanto que dejaba en la recepción del diario (que no traspasaba "para no incordiar", me decía si nos encontrábamos) sus artículos con precisión temporal (siempre el lunes para ser publicado el jueves), Álvaro no rehuía nunca su responsabilidad, incluso cuando sus conclusiones podían resultar controvertidas. Transitó de la transmisión de conocimientos veterinarios y agrarios al compromiso con la salud y el medio ambiente para evangelizar sobre las buenas prácticas. Además de veterinaria, había ética y reconocimiento del rigor para la sostenibilidad del planeta y de su entorno.

Álvaro Franco Oliván vivió para los suyos (su familia, sus compañeros, sus amigos) con su carácter serio pero afable, con su disfrute de las lecturas profesionales y literarias, con su tradicional devoción al Santo Cristo de los Milagros del que era cofrade. Entregado de pleno a todas estas facetas, no necesitaba otras excentricidades ni periferias. Concentrado en su fortaleza de los conocimientos y la divulgación. Hasta hace poco más de dos años. Él, observador privilegiado desde la atalaya de la experiencia, ya avisaba el 4 de marzo de 2020 de que los billetes contaminan gérmenes a las manos y a los alimentos. Diez días después se declaraba la pandemia más brutal de nuestras vidas. A estas horas, reposa en el Tanatorio de Huesca para recibir la despedida de quienes tanta gratitud le debemos. Este domingo, a las 10:30, recogerá en la Iglesia de Santiago Apóstol de Huesca las honras fúnebres. Allá donde va, se convertirá en maestro y cuidador. Está en su condición. Descansa en paz, Álvaro.

 

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante