Fernando Lanuza ha fallecido este viernes 15 de marzo en Huesca, su muy amada ciudad. Vivió más de cincuenta años en Toulouse (de 1965 a 2022) desde donde ejerció su devoción y su mayor pasión: defender, dar a conocer y querer a su tierra natal, a su Aragón. Su funeral se celebrará el próximo domingo en la Iglesia de Santo Domingo y San Martín, a las 10:30 horas, para despedir a un oscense que siempre estuvo ligado a esta ciudad.
Fue jugador de fútbol en el equipo de Lamusa y en la Sociedad Deportiva Huesca. Luego siguió jugando en Toulousse, con el orgullo de que su apodo en el campo era “Huesca”, lo que demuestra que Fernando, allá donde estuviera siempre presumía de ser oscense.
Fue más de treinta años presidente de la Casa de Aragón en esta ciudad francesa con la satisfacción personal de haber llevado a lo más alto a esta Asociación de aragoneses en el exterior, fuera de toda ideología política así como religiosa. Fernando Lanuza supo implicar a todos los socios en sus actividades fuesen las que fuesen. Todos los socios tenían su sitio dentro de la asociación. Siempre decía: “No sería nada sin la junta y los socios".
En ese afán suyo de crecer y de vivir su devoción con intensidad, se abrió a la colaboración con todas las instituciones que él creía que podían aportar a acercar un trozo de Aragón a Toulouse. Mantuvo unas excelentes relaciones con el Instituto Cervantes, las Casas de España de Toulouse, Castres y Montpellier, la Maison de l’Europe, L’association Aragon-MidiPyrénées, el ayuntamiento de Toulouse y Saint-Jory, el Conseil départemental y régional de Midi-Pyrénées, las Cortes de Aragón, el Gobierno de Aragón, todas las instituciones aragonesas y los ayuntamientos de Zaragoza, Huesca y Teruel.
Nunca tuvo pereza de acudir a cualquier llamamiento en el que veía posibilidades de colaboración para hacer visible a su tierra. Representó a la Asociación que presidía en los encuentros de la Casa de Aragón durante su mandato: fue representante y congresista en los congresos de las Comunidades aragonesas en el exterior, representante de la comisión permanente de la federación de las Comunidades aragonesas en el exterior y consejero de residentes españoles en el consulado de Toulouse.
Con la humildad que le caracterizó siempre, con el empeños y la tozudez que tenemos los aragoneses, no dudó en codearse con personalidades y artistas que pudieran ser embajadores de Aragón en su ciudad francesa. Recibió en nombre de la Casa de Aragón en Toulouse a los presidentes del Gobierno de Aragón Santiago Lanzuela, Marcelino Iglesias, Luisa Fernanda Rudi y Javier Lambán. A los presidentes de las Cortes de Aragón Hipólito de las Roces, Emilio Eiroa y Antonio Cosculluela Bergua; y muchos más como el Justicia de Aragón Fernando García Vicente, diputados, alcaldes y concejales de las distintas provincias de Aragón. También tuvo el honor de recibir al Rey Felipe VI cuando era príncipe, a los Reyes de España, Doña Sofía y Don Juan Carlos, al presidente del Gobierno español José Luis Zapatero y a Sonsoles, su esposa; y al ministro Alfonso Guerra.
También tuvo el privilegio de recibir a Carlos Saura (en colaboración con Cinespaña), el tenor Angel Barricarte, cantautores aragoneses como Carbonel, los Mainates, Ato de Foces, los joteros José Iranzo (el pastor de Andorra) y Luis Arellano y grupos de jotas de Huesca, Zaragoza y diferentes grupos y centros aragonesas de España en los festivales folclóricos de jotas en los teatros de Saint-Orens, Saint-Jory y du Taur y des Mazades en Toulouse.
Fueron numerosos los espectáculos, exposiciones, conferencias, representaciones teatrales, viajes y comidas realizados durante el periodo del mandato de Fernando Lanuza. Enumeraremos entre otras la antología de la Zarzuela, con motivo del 25 y 30 aniversario de la asociación, en el auditorio de SaintPierre-des-Cuisines de Toulouse, por el Teatro lírico de Zaragoza; las exposiciones de Goya en el Instituto Cervantes con los grabados, la tauromaquia y las cartas de Goya a Zapater; las conferencias de Emilio Eiroa, en su etapa de presidente de las Cortes de Aragón, y de Fernando García Vicente como Justicia de Aragón.
Otra de sus facetas, muy valoradas por los aragoneses que vivían en Toulousse fue su colaboración en las emisiones de radio que tenían lugar una vez al mes en Radio Occitanie, haciendo pasar un rato divertido con sus charlas en fabla: “falordias”.
Una vida tan dilatada, tan entregada y altruista, tan llena de verdad… tuvo sus muchas recompensas. Recibió del alcalde de Toulouse Jean-Luc Moudenc el diploma de honor de la ciudad de Toulouse y las pajaritas de Huesca que le entregó el alcalde Luis Felipe.
Para muchas personas, Fernando puede ser un desconocido. Pero para muchos oscenses y aragoneses que tuvimos el placer de pasar algún rato a su lado, es y será una persona entrañable, afable, divertida… Un devoto de su tierra, un enamorado de lo suyo y de los suyos. Su mano derecha, su esposa Dorita, ha estado a su lado animándolo en todos su proyectos, siendo su primera colaboradora. Juntos hicieron posible que Aragón estuviera vivo en la memoria de muchas personas que tuvieron que dejarlo por razones distintas, pero que encontraron en la Casa de Aragón y en su presidente, el mejor vínculo con las raíces que les seguían uniendo a la tierra que les vio nacer.
Gracias Fernando por dar tanto, por amar tanto, por saber mantener esa devoción tuya que has compartido con tantas personas que ahora te seguirán teniendo en su recuerdo como una parte importante de su unión con Aragón.
Fernando se va hasta el cielo
a vivir su devoción,
a Dios le quiere contar
lo mucho que él quiere a Aragón.
Descanse en paz.
Pablo Gracia Castel
Presidente de la Asociación Cultural “Acordanza”