El mundo necesita una estrategia de salud global, que "pasa por preocuparse no sólo del ser humano, sino también del planeta entero", que es "nuestra casa”. Así lo entiende Fernando Simón, que ha inaugurado este viernes un curso sobre esta materia, en la Facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte de la Universidad de Zaragoza en el Campus de Huesca.
El director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias y epidemiólogo aragonés ha observado que un cambio global asociado a la movilidad de la población y a los mecanismos actuales de producción, sumado a los 8.000 millones de personas que habitan la tierra, ha provocado "un cambio climático que tiene un impacto claro y directo en la salud global”.
Si además tenemos en cuenta el incremento de la esperanza de vida y la existencia de poblaciones más frágiles, destaca que los retos son enormes. "No se trata solo de mantener los mecanismos que produzcan lo suficiente para darnos a todos lo que necesitamos, sino hacerlo de manera mucho más eficiente, de manera que no impacte negativamente en un planeta en el que tenemos que vivir, porque no tenemos otro".
Fernando Simón admite que, poco a poco, se va ralentizando la progresión del cambio climático, pero insiste en que "queda mucho por hacer". Y aunque confía en la población, y especialmente en los jóvenes, destaca que "según los expertos, estamos justo al límite del tiempo máximo que podemos darnos para implementar las medidas más radicales".
"Yo creo que podemos, pero por el camino vamos a sufrir", añade.
LOS ANTIBIÓTICOS
El epidemiólogo señala que hay que ser conscientes de los problemas que causamos los humanos sin apenas darnos cuenta. En este sentido, se ha referido al uso inapropiado de los antibióticos, "un problema importante, que está generando ya un alto riesgo de no poder tratar enfermedades en los próximos años, porque no tendremos antibióticos eficaces frente a muchos patógenos".
Simón ha asegurado que las instituciones están trabajando mucho para que el uso sea el correcto y ha abogado para que tanto la sociedad, como los médicos, farmacéuticas, veterinarios y ganaderos actúen correctamente. "Es una responsabilidad de todos, porque, si no, una herramienta que ha salvado, junto a las vacunas, a más gente que ninguna otra cosa se va a terminar convirtiendo en algo inútil".
LA SALUD MENTAL
Respecto a la salud mental, Fernando Simón ha comentado que la desigualdad también ha dejado sentir sus efectos en ella. "La velocidad de desarrollo es radicalmente diferente de unos países a otros. Si se les unen otras desigualdades por motivo de género, de la edad, por educación, o creencias, acabamos teniendo un mundo con un margen en el que nos queda muchísimo por mejorar a nivel de salud global".
Simón ha añadido que la agenda 2030 indica que hay que alcanzar metas sin dejar a nadie atrás. "Estamos consiguiendo a nivel macro muchísimos avances, pero nos queda muchísimo que trabajar a nivel micro. Estamos dejando desgraciadamente a muchísima gente atrás", ha sostenido.
Y es que las medidas que se han estado tomando durante la pandemia han tenido un efecto enorme sobre la salud mental de la población, "a las que hay que sumar el miedo y el riesgo al que se han expuesto por el patógeno en sí".
"Si a eso asociamos que el cambio global que estamos sufriendo no es solamente el cambio climático o el cambio en la movilidad, sino que tiene también un impacto importante en la comunicación y en el acceso a la información, hace que las diferencias sociales sean más patentes y la gente las perciba más".
El aragonés ha lamentado que, desgraciadamente, los estándares se reducen hoy en día prácticamente a la salud física y la mental todavía no se pone al mismo nivel.
APRENDER DE LA PANDEMIA
Fernando Simón afirma que se han aprendido muchas cosas de la pandemia, durante su evolución y con la perspectiva que da el tiempo. Sin embargo, reconoce que no será posible implementar inmediatamente determinadas medidas, porque requieren su tiempo. "Hay que modificar presupuestos, establecer cambios en las relaciones entre diferentes grupos técnicos, políticos, sociales, etcétera, y requieren mecanismos de gobernanza global, regional y nacional diferentes a los que tenemos ahora".
También ha indicado que se están elaborando muchos trabajos e iniciativas. "Tenemos todavía una ventana de oportunidad para mejorar y prepararnos mejor, pero esa ventana se va haciendo cada vez más pequeña. O lo hacemos pronto o es posible que perdamos la oportunidad. Siempre estaremos mejor preparados, pero quizás no tanto como podríamos estarlo si aprovechamos el momento que tenemos ahora".