Con una melodía perfectamente orquestada, ha finalizado la segunda edición de Barriofest, la gran fiesta de primavera del Perpetuo Socorro, que ha convertido la plaza de la Música, por unas horas, en la plaza mayor de Huesca.
Bajo un sol estival impenitente, esta zona neurálgica del barrio, donde se ubica la sede de la Asociación de Vecinos, ha ido saludando, poco a poco, a todos los coros participantes, dispuestos a dar relumbrón al acto principal de la última jornada de esta cita, que en apenas dos años ha calado muy hondo en el corazón del vecindario.
Antes, con la colaboración del Hogar de Mayores del IASS, se ha celebrado Torneo de Petanca, donde la destreza y la diversión se han entrelazado en una danza de competencia amistosa. Además, se ha realizado el itinerario "Un Barrio Contado", que invitaba a descubrir los secretos y leyendas que habitan entre las viejas paredes y callejones de esta parte de la ciudad. Guiados por María Jesús Otín, del grupo Mitos y Leyendas de Barriolab, se ha iniciado un viaje a través del tiempo, donde en cada esquina había algo que desvelar.
En este periplo, se ha servido un almuerzo en la Ronda Isuela, con la colaboración de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Huesca.
Pero el punto culminante, como se ha indicado, se ha producido con el encuentro multicoral, liderado por el Coro Arcadia y sus directores, Laura Lisi y Carlos Purroy. En esta aventura, les han acompañado desde Voces de la Alegría y el Coro del Colegio Pío XII, hasta el Coro de la Universidad Ciudadana y la Coral Voces Amigas de Sena, pasando por la Coral Osca Melódica, el Coro de Aeno y los Gaiteros y Dulzaineros de Sena.
Antes de actuar todos juntos, algunas formaciones han interpretado un breve repertorio, que luego ha dado paso a otro más amplio y en común, en el que "la tierra" ha sido el eje sobre el que han pivotado todos los temas, con la Ronda de Boltaña y José Antonio Labordeta en la memoria colectiva. Tumba de la Golondrina", la "Albada", "Días de Albahaca", "S'ha Feito de Nuey" y "Aqueras Montañas" se han ido sucediendo, pero el clímax ha llegadocon el "Canto a la Libertad", que ha contado con el acompañamiento del público.
Al finalizar la última canción, el auditorio ha estallado en un estruendoso aplauso, y los integrantes de los coros han bajado del escenario para bailar, a pie de calle, las melodías festivas que brotaban de las gaitas, flautas y otros instrumentos de los participantes monegrinos.
Por último, quien así lo ha deseado se ha quedado a compartir una comida de hermandad y la tarde tenía como último coletazo, una sesión de baile en línea.