A Francisco David Rodríguez García le gusta pintar desde que era un chaval. Generalmente, a todos los niños y niñas les gusta, pero él, a los 21 años, no ha perdido la afición e incluso le gustaría poderse ganar la vida dibujando.
Cuando se pone ante un papel en blanco no se pone límites, cualquier asunto le parece interesante, aunque normalmente se inspira en "ciudades, personas y personajes de algunas películas".
Para ponerse a crear solo necesita un lápiz, una goma y un sacapuntas. A veces también emplea un bolígrafo, o recurre al color, pero no siempre. Puede fijar su mirada en una composición real, o puede lanzarse a tumba abierta por su inagotable imaginación. “A veces me monto un mundo en mi cabeza, con escenas, escenarios y situaciones”, explica.
“Cada vez que dibujo me siento motivado, o apasionado”, revela y añade que cuando hace lo que le gusta, se siente muy bien.
Pinta todos los días, aunque reconoce que en sus trazos figurativos se aprecia cuál es su estado de ánimo en esos momentos. Nunca ha expuesto sus trabajos, cree que todavía es pronto.
Conchita Borderías, de Valentia Formación, explica que Francisco David Rodríguez trabajaba en el taller de empleo “Todo en orden” como mozo de almacenaje, cuando se dieron cuenta de que se pasaba todo el día dibujando.
En otro taller de desarrollo personal, como mejor expresaba sus emociones era a través de los dibujos. Tenía profundidad y creaba de manera muy ágil.
PEDRO SAPUTO 2
Plena Inclusión encargó el libro Pedro Saputo 2 a Francisco David Rodríguez. Fue el 22 de diciembre y Conchita Borderías recuerda que en Valentia lo celebraron como si les hubiera tocado la lotería. “Era lo que queríamos y una manera de que Francisco David se volviera a enganchar con nosotros, porque había dejado de estar en la escuela taller y le faltaban estudios para poder ir a la Escuela de Arte”, recalca.
Ella le acompañó en todo el proceso de elaboración de los dibujos. “Plena Inclusión le daba las pautas de lo que se necesitaba y él nos sorprendía”, asegura entre el entusiasmo y la admiración”.
“Es seguro que tiene un don”, añade con convicción.
A Francisco David, el encargo le causó al principio cierta preocupación, pero la inquietud fue desvaneciéndose poco a poco. “Me fueron explicando, de manera sencilla, lo que tenía que hacer y el personaje apareció en mi cabeza, tal y como me lo describían”, explica.
Se basó en aquellas descripciones para crear al mítico personaje de Braulio Foz y empezó a imaginar personajes y escenas. Su principal aportación, asegura, ha sido "el estilo".
Francisco David Rodríguez se está preparando para un concurso y está ilustrando para Valentia la conmemoración de distintos Días Internacionales, como el de la Igualdad. Eligió una mariposa y manos de gente de distintas procedencias. Después, se escaneó el dibujo, hecho a lápiz, se añadió un texto y se creó el archivo digital para compartir en redes sociales. A final de año, explican Isabel Campo y María Buesa, se hará un recopilatorio.
Conchita Borderías espera que este trabajo y el magnífico escaparate que representa Valentia pueda mostrar la gran capacidad de Francisco David para ilustrar y dibujar y, quién sabe, que alguien se decida a contratarle. “Tiene un apoyo muy importante de su abuelo, que también ve de lo que es capaz y quiere lo que quiere su nieto”, finaliza.
Todos comparten la ilusión de Francisco David, que todavía tiene mucho que dar en este campo, para ser feliz y hacer felices a los demás con sus creaciones.