La Fundación Cruz Blanca fue creada en Huesca en 2004 con el fin de cohesionar y fortalecer el trabajo que ya realizaban los Hermanos Franciscanos, que atendían a las personas más vulnerables, en situación de riesgo de exclusión social.
Poco a poco, la Fundación fue creciendo hasta implantarse en diversas ciudades de España y ha extendido su colaboración a Marruecos, concretamente a Tánger.
El 26 de septiembre van a celebrar estas dos décadas de entregada actividad con un programa conmemorativo, que Juan Tomás, superior de los Hermanos en Huesca, María Jesús Cajal, coordinadora de la delegación en Aragón, y Bárbara Esteban, coordinadora de la Fundación en Huesca, han presentado en una rueda de prensa, en el Centro Hermano Isidoro, ubicado en la Calle Gibraltar.
Juan Tomás ha destacado que la ciudad altoaragonesa siempre ha respondido de manera solidaria ante cualquier llamada de ayuda.
María Jesús Cajal ha recordado aquellos inicios de 1996, previos a la Fundación, en los que Cruz Blanca comenzó a atender a personas con problemas de adicciones y VIH, cuando estas problemáticas eran especialmente relevantes en España.
Cajal ha subrayado que la Fundación ha estado al frente de iniciativas que promueven la integración, la justicia social y la defensa de los derechos humanos, y desarrolla un modelo de trabajo integral y holístico que abarca todas las dimensiones de la persona.
LINEAS DE INTERVENCIÓN
Cajal ha detallado que la herramienta principal de la Fundación son los itinerarios sociales, en los cuales trabajan desde un diagnóstico inicial y un planteamiento de intervención junto con los usuarios y usuarias, creando así una corresponsabilidad en cada una de las acciones realizadas.
La intervención de la Fundación se basa en tres líneas fundamentales: la intervención sociocomunitaria, la formación y la sensibilización.
Respecto a la primera, ha comentado que la especialidad de la Fundación es "el trabajo con mujeres que ejercen la prostitución y la detección de posibles víctimas de trata de seres humanos". Además, ha señalado que la Fundación también realiza tareas de prevención de riesgos relacionados con enfermedades de transmisión sexual, como el VIH, y acompaña a las personas en todo su proceso.
La Fundación atiende a diversos colectivos, incluyendo personas de origen extranjero, familias, infancia y juventud, y personas sin hogar. A nivel de España, han destacado su labor en centros de ayuda humanitaria, sobre todo en Gran Canaria. "Nuestra intervención depende de los niveles de necesidad, que pueden ir desde la asistencia básica hasta la formación ocupacional y la obtención de certificados profesionales", ha afirmado.
Por último, ha señalado que, además de cubrir las necesidades básicas, la Fundación ofrece servicios de urgencia social, alojamiento temporal y recursos de vivienda para personas sin hogar y víctimas de trata de seres humanos, tanto sexuales como laborales.
Como ha remarcado Cajal, la Fundación Cruz Blanca se ha destacado por ser la primera institución en Aragón en ofrecer un recurso alojativo específico para víctimas de tratamiento laboral, especialmente para hombres, un colectivo menos visibilizado en este ámbito.
"Aunque la trata de personas se ha asociado principalmente a la explotación sexual de mujeres, nosotros contamos con tres viviendas dedicadas exclusivamente a víctimas de trata laboral masculina". Estos recursos son pioneros en Aragón, y forman parte de los servicios sociosanitarios que la Fundación ofrece, incluyendo la atención a personas con VIH, adicciones y enfermedades de transmisión sexual.
La Fundación también ha sido pionera en la implementación de unidades móviles, las cuales se desplazan tanto por las grandes ciudades donde tienen centros, como por rutas rurales. Con ellas, detectan posibles víctimas de trata, "ya sea de mujeres en ejercicio de la prostitución o de temporeros que podrían estar siendo explotados laboralmente".
Estas rutas cubren diversas comarcas y ciudades como La Litera, Fraga, Caspe y Valdejalón, además de Monzón, Binéfar, Barbastro, Sabiñánigo, y las zonas de Alcañiz y Teruel. La labor de detección de personas en situación de explotación, especialmente de origen extranjero, es crucial en estas áreas
En cuanto a la integración laboral de los colectivos vulnerables, la Fundación desarrolla programas de empleo que incluyen talleres prelaborales para fortalecer habilidades sociales, como la preparación para entrevistas y el refuerzo de la autoestima. Además, ofrecen cualificación profesional en diversas áreas, trabajando estrechamente con empresas privadas para sensibilizar y generar oportunidades de empleo.
La Fundación también trabaja en formación, tanto interna para sus profesionales como externa para otras entidades públicas, especialmente en temas relacionados con la trata de personas. Su escuela de formación, habilitada por el INAEM, ofrece cualificaciones en áreas como el sector sociosanitario, comercio y almacén, y también organiza talleres experienciales en estos ámbitos.
Una de las principales áreas de trabajo de la Fundación es la prevención y sensibilización. "Realizamos campañas en la calle, en redes sociales, en centros educativos, y tocamos temas como adicciones, prevención de consumos, bullying, enfermedades de transmisión sexual, y el consumo de prostitución por los jóvenes", ha explicado Cajal. La Fundación se adapta a las nuevas realidades sociales, como el auge de plataformas de riesgo como Onlyfans, donde trabajan activamente para evitar el consumo de prostitución a través de redes.
LA ACTIVIDAD EN DATOS
En cuanto a los datos del 2023, la Fundación ha atendido directamente a 6.000 personas y, contando a los miembros de sus familias, ha impactado de forma indirecta a 14.000. Además, la entidad ha crecido considerablemente desde sus inicios, pasando de estar formada por los hermanos y voluntarios a contar actualmente con 279 personas contratadas y 204 voluntarios. "A nivel de formación, hemos recibido a 114 estudiantes en prácticas por nuestros centros este año", ha señalado Cajal.
La Fundación Cruz Blanca cuenta con 15 centros repartidos por España, distribuidos en 6 comunidades autónomas y las dos ciudades autónomas de Melilla y Ceuta. Entre las regiones donde están presentes, se encuentra Aragón, con centros en Huesca, Fraga, Teruel y Zaragoza. En Cataluña, tienen un centro en Lérida, y en Andalucía están en Sevilla, Granada, Algeciras y Córdoba. También cuentan con instalaciones en Canarias, tanto en Las Palmas como en Tenerife, además de un centro en Madrid y otro en Guadalajara (Castilla-La Mancha).
Ante la creciente demanda de ayuda, la Fundación Cruz Blanca se enfrenta a la dificultad de no poder atender a todas las personas que solicitan sus servicios. Para abordar esta limitación, la organización colabora estrechamente con otras entidades especializadas, derivando casos a recursos complementarios cuando sea necesario.
LOS MÁS VULNERABLES
En cuanto a la demanda de ayuda, se ha mantenido en niveles elevados en los últimos años, aunque hay ciertos colectivos que presentan retos particulares. La a atención de víctimas de trata es uno de los ámbitos más complejos, debido a la extrema vulnerabilidad de estas personas ya la falta de recursos adecuados para su intervención, como ha comentado Bárbara Esteban.
Otro grupo con el que trabaja intensamente es el de mujeres en situación de prostitución, cuya salida de esa realidad resulta especialmente complicada. La mayoría de ellas no cuentan con una situación regularizada, lo que dificulta su acceso a alternativas que les permitan cubrir sus necesidades básicas fuera del ámbito de la prostitución.
Por otro lado, la Fundación ha notado un incremento significativo en la demanda de apoyo para menores, especialmente aquellos que llegan al sistema educativo fuera de plazo y con escaso conocimiento del idioma. Para facilitar su integración, se ofrecen servicios de inmersión lingüística, ya que el desconocimiento del idioma dificulta su progreso en el resto de áreas académicas.
ACTO CONMEMORATIVO
Respecto al programa del próximo 26 de septiembre, en celebración del 20º aniversario de la Fundación, las actividades comenzarán a las 9:00 horas con una eucaristía en la Catedral de Huesca, que será presidida por Vicente Jiménez, el Administrador Apostólico de la diócesis.
Tras la misa, a las 10:00, tendrá lugar una actuación a cargo de José Espinosa y su compañía de danza. Luego, a las 11:00, los asistentes se trasladarán a los salones de la Diputación Provincial de Huesca para participar en un acto institucional, seguido de un vino español para cerrar la jornada.