La Fundación Valentia ha manifestado su oposición al proyecto de GRUSHA para la construcción de una planta de compostaje en un terreno cercano al Centro Ignacio Claver de Valentia en Martillué y pide que se busque otra ubicación para el mismo. Este centro, que atiende a 58 personas con discapacidad intelectual, de las cuales 39 residen de manera permanente, es un referente del tercer sector a nivel nacional y un patrimonio social clave de Aragón, siendo un ejemplo de atención especializada y un espacio de inclusión y sensibilización social.
La principal preocupación de Valentia se centra en la vulnerabilidad sanitaria de los residentes. La instalación de una planta de compostaje en las inmediaciones del centro afectaría directamente a las 39 personas que viven allí y a las 19 que asisten de manera continuada, todas ellas con discapacidad intelectual y dependencia, lo que las hace especialmente sensibles a cualquier factor que pueda afectar a su salud. La entidad considera que esta ubicación sería un fallo grave que perjudicaría tanto a los usuarios como al personal que trabaja en el centro, comprometiendo su bienestar y seguridad.
El Centro Ignacio Claver no es solo una residencia, sino un modelo de atención a la discapacidad reconocido en Aragón y España, cuya labor va mucho más allá de la asistencia diaria. Su entorno único y su enfoque especializado lo convierten en un centro de referencia social, que recibe visitas de alumnado de las comarcas de Jacetania, Alto Gállego, Huesca y Zaragoza, acoge a menores saharauis que participan en el programa Vacaciones en Paz, atiende a niños y niñas del campamento de verano de Sentira, y da la bienvenida a diversos grupos de Aspace. Además, ofrece el único albergue adaptado del Camino de Santiago, reforzando su papel como centro inclusivo y abierto a la comunidad.
Valentia también denuncia la falta de transparencia en el proceso de este proyecto. Durante los tres años transcurridos desde su aprobación, no ha existido comunicación alguna sobre su desarrollo, planes o futuro. No ha sido hasta esta misma semana cuando la entidad ha tenido conocimiento de manera informal de la existencia del proyecto, lo que motivó la presentación de alegaciones en el último día posible.
Aunque la Fundación no entra a valorar si el proyecto cumple con la normativa vigente, subraya que es imprescindible considerar la vulnerabilidad de las personas que viven y conviven en el centro y las características específicas del mismo. Ante el perjuicio que la planta de compostaje representaría para los residentes y para un centro que constituye un referente social y patrimonial de Aragón, Valentia solicita de manera urgente que se busque otra ubicación para el proyecto, garantizando así la salud, la seguridad y el bienestar de las personas y preservando el valor social y educativo del centro.