Homenaje en el IES Ramón y Cajal a los profesores represaliados en 1936

Se ha realizado también un recorrido urbano por algunos de los lugares más representativos de la memoria histórica de Huesca

25 de Abril de 2024
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Juan Mainer, dirigiéndose a los asistentes, en el homenaje a los profesores represaliados. Foto Meli Armoa
Juan Mainer, dirigiéndose a los asistentes, en el homenaje a los profesores represaliados. Foto Meli Armoa

El Instituto Ramón y Cajal de Huesca ha acogido este jueves un "homenaje a los profesores represaliados en 1936", tras el triunfo del golpe militar contra la Segunda República en julio de 1936: Joaquín Monrás Casanovas, Jesús Gascón de Gotor Giménez, Juan Nogués Aragonés, Juan Bonet Bonell, Jesús Mendiola Ruiz, Emilio Español Acirón y José Pérez Gómez.

Se trata de una iniciativa que ha contado con la implicación de la dirección del centro educativo bajo la responsabilidad de su directora, María Costa, y que ha sido promovida por Juan Mainer Baqué, con el fin de que, a través de sus descendientes, se reparase " una deuda que Huesca contrajo con quienes fueron profesores y conciudadanos injustamente ultrajados".

Aquellos docentes, como apunta Mainer, fueron castigados por mostrarse proclives al régimen democrático republicano o, simplemente, por no apoyar de forma incondicional a los golpistas. "El proceso depurativo tuvo también una clara finalidad preventiva y disuasoria: se trataba de sembrar terror, cortar de raíz cualquier conato de resistencia e imponer un espeso y sumiso silencio ante la nueva autoridad militar", recordaba Mainer en un díptico que invitaba a asistir a este acto.

Asistentes al acto. Meli Armoa
Asistentes al acto, entre los que había descendientes de los docentes homenajeados. Foto Meli Armoa

La educación pública fue uno de los sectores que más sufrió esta represión, desde los catedráticos de universidad o de segunda enseñanza al magisterio primario, pasando por el personal laboral de los distintos centros, y alcanzó también a sus familiares y allegados. 

"De los veinte profesores que formaban el claustro en junio de 1936, siete (un 35 %) fueron represaliados o directamente eliminados, sin más cargo que haber simpatizado con la causa del republicanismo democrático -comenta Mainer-. Ninguno de ellos volvió a pisar las aulas del Instituto. Desde entonces, su memoria ha quedado oculta y silenciada en la ciudad y su Instituto".

El acto ha comenzado con unas palabras de María Costa, a la que ha seguido una intervención del propio Juan Mainer y la posterior visita a la Biblioteca y el Museo de Ciencias Naturales.

LUGARES DE MEMORIA

Después, bajo el epígrafe Lugares de memoria en Huesca, el historiador José María Azpíroz y el periodista y escritor Víctor Pardo han guiado a un grupo de personas por un recorrido urbano, que ha hecho parada en los lugares más representativos de la capital.

El punto de partida ha sido el propio instituto, cuya calle lleva el nombre de "un eximio franquista" como ha calificado Víctor Pardo a Ricardo del Arco. Después, se han referido a la construcción y reconstrucción de viviendas por parte de la Dirección General de Regiones Devastadas, el órgano franquista que se dedicó rehabilitar los destrozos de la guerra o a levantar nuevas edificaciones durante los años 30 y 40.

El itinerario ha seguido por el Parque Miguel Servet, que resguarda una posición artillera muy importante que hubo para la defensa de la ciudad frente a los a los republicanos que cercaban Huesca y que estaban apostados tanto en el cementerio como en el entorno de la ciudad.

Además, se ha denunciado la simbología de la escultura realizada por Ángel Orensanz. "A pesar de que se haya pretendido dedicar a todos los muertos en la guerra, sigue siendo un monumento abiertamente falangista dedicado al ejército y al fascismo de la ciudad de Huesca, conmemorando los 25 años de la liberación de la ciudad", ha señalado Pardo.

Después, la comitiva se ha detenido ante las Pajaritas de Ramón Acín, "que el franquismo no destruyó nunca porque no consideraban que pudiera perpetuar la memoria de una de las primeras víctimas que eligieron los franquistas para señalar la venganza que se iban a tomar con cualquiera que hubiera tenido vinculación con la República".

Han pasado luego por la escuela de Magisterio, donde impartió clase Ramón Acín "y uno de los máximos exponentes de la represión en la ciudad", Ramón Sánchez Tovar, y tampoco han faltado las alusiones a su hermano, Joaquín Sánchez Tovar.

El recorrido ha finalizado delante de la Casa de Ramón Acín y de Concha Monrás, y se ha recordado "su implicación, su compromiso, su su ética, su manera de estar en este mundo".

Por la tarde, Juan Mainer ha presentado su libro Del elitismo a la masificación. Historia y memorias del bachillerato en el Ramón y Cajal de Huesca (1931-1990). En el acto, que se ha celebrado en el Salón del Trono del Museo de Huesca, ha estado acompañado por el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza Julián Casanova, y el catedrático de educación secundaria y doctor en Historia por la Universidad de Salamanca Raimundo Cuesta Fernández.

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