Huesca se conciencia sobre la importancia de donar médula ósea

Es esencial para abordar enfermedades como la leucemia y otros trastornos de la sangre

19 de Junio de 2023
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Cruz Roja Huesca instaló un puesto informativo este fin de semana. Foto Myriam Martínez
Cruz Roja Huesca instaló un puesto informativo este fin de semana. Foto Myriam Martínez

Donar médula ósea es importante porque puede salvar vidas al proporcionar células madre sanguíneas para tratar enfermedades como la leucemia y otros trastornos de la sangre. Esta acción ofrece esperanza y una oportunidad de curación y es una forma altruista de ayudar a quienes más lo necesitan.

La Asociación Dona Médula Aragón persigue dos importantes objetivos. Primero, crear conciencia para llegar al mayor número posible de personas registradas como donantes.

En segundo lugar, mejorar el bienestar de las personas que acompañan. "Queremos que sepan que existe una asociación de pacientes hematológicos dispuesta a brindarles ayuda".

Ignacio Torrubia, socio fundador de esta entidad, explicó recientemente, en el Colegio de Médicos de Huesca, los pormenores de este tipo de donación, así como los objetivos de su entidad.

Fue un acto organizado en colaboración de la Cruz Roja de Huesca, que el pasado fin de semana, además, instaló una mesa informativa en los Porches de Galicia, para informar sobre esta cuestión.

Ignacio Torrubia explica que este tipo de donación es algo que suele ser poco conocido. La médula ósea es un tejido esponjoso y regulador que se encuentra en el interior de los huesos, donde residen las células madre encargadas de producir nuestra sangre. "Podríamos decir que es como una fábrica".

La donación de médula ósea es vital para enfermedades como la leucemia, el mieloma y la aplasia medular. "Siempre se menciona más la leucemia debido a su mayor conocimiento, pero existen otras enfermedades no cancerosas, como la aplasia medular, que simplemente implican un mal funcionamiento de la médula ósea, donde las células no trabajan correctamente y no generan sangre. En estos casos, se necesita un reemplazo de células a través de un trasplante de médula.

Ignacio Torrubia. Foto Myriam Martínez
Ignacio Torrubia, en el Colegio de Médicos de Huesca. Foto Myriam Martínez

Para ser donante, es necesario asegurar la compatibilidad entre el donante y el receptor. Esto implica buscar 10 alelos, 5 provenientes del padre y 5 de la madre. "Lo ideal es que sean idénticos en esos 10 alelos. Podemos pensar en ello como si tuviéramos un 'DNI celular', el cual debe ser idéntico al del receptor para que la donación sea posible", explica.

"Solo 1 de cada 4 personas que necesitan un trasplante de médula tiene un hermano compatible"

Hoy en día, es común creer que la donación de médula ósea siempre funciona con hermanos. "Esto no es así. Solo 1 de cada 4 personas que necesitan un trasplante de médula tiene un hermano compatible". Es decir, 3 de cada 4 personas no tienen un hermano compatible. "La complejidad radica en encontrar a esa persona idéntica, con un "DNI celular" igual al nuestro, y eso implica buscar en un extenso registro".

Cualquier persona mayor de 18 años y menor de 40 puede ser donante universal. Podemos inscribirnos en el registro hasta los 60 años, siempre y cuando la salud lo permita. En el ámbito familiar, no hay límite de edad para donar, ya sea por debajo o por encima de esa edad.

La diferencia entre un donante de sangre y un donante de médula ósea radica en el proceso. "En la donación de médula ósea, se extrae la sangre y luego se procesa en el laboratorio para su preparación y fraccionamiento", indica Ignacio Torrubia.

La sangre del cordón umbilical también puede ser utilizada para realizar un trasplante de médula, por lo que también se guarda.

Sin embargo, en el caso de los donantes de médula, lo que se hace es crear un banco de personas inscritas y tipificadas. "Conocemos su DNI celular, pero aún no han donado. "En caso de que aparezca alguien compatible, nos pondríamos en contacto con ellos y comenzaríamos el proceso".

NECESIDADES

En cuanto a las necesidades actuales de donantes, la situación es insuficiente. "Tuve leucemia hace 27 años.  Lo normal es que todo el mundo encuentre una médula compatible en menos de 30 días. Eso es lo que generalmente ocurre, pero siempre hay casos excepcionales con fenotipos raros que nos dificultan el proceso".

"Actualmente, la técnica ha avanzado tanto que podemos realizar un tipo de trasplante diferente llamado 'aploidéntico', que se ha comenzado a realizar en Aragón desde marzo de este año", añade.

Un trasplante aploidéntico implica una compatibilidad del 50%, mientras que antes hablábamos de una compatibilidad del 100%. "Todos tenemos a nuestros padres, hijos o hermanos como posibles donantes aploidénticos. Esto amplía las opciones de donantes disponibles, pero no en todos los casos es posible realizar este tipo de trasplante, ya que es mucho más complejo y requiere inhibir la respuesta inmunológica de los linfocitos".

En primer lugar, para inscribirnos como donantes, podemos hacerlo, tanto en el Hospital San Jorge de Huesca, como en los puntos de extracción de sangre periférica en cualquier pueblo, siempre cumpliendo con las condiciones establecidas. "Si ya somos donantes de sangre, podemos registrarnos en cualquier unidad periférica de esos lugares mencionados en Aragón", agrega.

Acto celebrado en el Colegio de Médicos de Huesca. Foto Myriam Martínez
Acto celebrado en el Colegio de Médicos de Huesca. Foto Myriam Martínez

EL PROCESO DE DONACIÓN

El proceso es sencillo, solo se debe completar el consentimiento informado, al igual que cualquier donante de sangre, donde se expresa el deseo de estar inscrito en el registro y de que los datos puedan ser almacenados en el banco. "Se extraerán dos tubitos de sangre, como en una analítica normal, para obtener el HLA, que determinará nuestro antígeno leucocitario humano, es decir, nuestro 'DNI celular`'. Estos datos se guardarán en un archivo.

Después de dos años, añade Ignacio Torrubia, si deseamos continuar con el proceso de donación, se realizará un contraanálisis para asegurarnos de que no ha habido ningún problema que nos impida donar y de que todos los datos que tenemos son correctos.

Además, se nos informará sobre las dos principales formas de donar: mediante sangre periférica, similar a los donantes de sangre, donde donamos desde el brazo, o en quirófano, extrayendo las células madre. "Actualmente, la proporción es principalmente de sangre periférica, alrededor del 90%, aunque puede variar", precisa.

En el caso de la donación en quirófano, se requiere anestesia general o epidural, y después de la operación, se puede regresar a casa en la misma noche. "La operación en sí no es muy invasiva y se realiza en las crestas iliacas, que son huesos planos con forma de mariposa, que se encuentran en la cadera".

Ignacio Torrubia comenta que no dispone de datos exactos sobre cuántas vidas se salvan o prosperan a través de la donación de médula, aunque la relevancia de esta práctica es evidente. "La importancia de la donación radica en que la sangre no puede ser fabricada, y estamos donando las células que generan la sangre. Si no hay personas dispuestas a donar, la vida se verá amenazada". Todos podemos ser donantes o receptores, y es importante recordar que los problemas de salud "no siempre" afectan a los demás.

 

 

 

 

 

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