Como cada Viernes Santo, los Romanos han protagonizado uno de los actos más emblemáticos de la Semana Santa oscense. Arropados por numerosos oscenses y visitantes, han desfilado desde la Catedral hasta la iglesia de Santo Domingo y San Martín, donde han hecho su entrada para montar guardia al Cristo Yacente, donde se ha celebrado la adoración.
El desfile ha estado encabezado por cuatro soldados con lanzas a caballo y la enseña. Tras ellos, los soldados de hacha y los de lanza, además del portador del estandarte y el cabo. Sus uniformes mantienen la esencia del diseño original y en la formación, hombres, mujeres y niños que han recibido el cariño de quienes esperaban contemplar el tradicional desfile a lo largo del recorrido.
Con armaduras que reflejaban el sol de la espléndida mañana de Viernes Santo, los soldados han salido a las 14.00 de la Catedral y han variado su recorrido por las obras en el Coso Alto, pasando por las calles Las Cortes y San Salvador, plaza Arista, las calles Azara, Sancho Abarca, calle Moya, Coso Alto y Coso Bajo, donde han sido animados por parte del público.
Los Romanos solo visten sus trajes en Viernes Santo, en este desfile matinal muy querido por los oscenses, ya se encuentran en la Iglesia de Santo Domingo donde montan guardia al Cristo Yacente desde las 14.15.