El Día Mundial del Ictus se celebra anualmente el 29 de octubre para concienciar sobre esta enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo. También conocido como ataque cerebrovascular, es una condición médica grave que puede tener consecuencias devastadoras, pero con la información adecuada y la atención médica oportuna, se pueden salvar vidas.
Un ictus es un trastorno neurológico que ocurre cuando se interrumpe el flujo de sangre al cerebro, ya sea debido a un coágulo sanguíneo (ictus isquémico) o una hemorragia cerebral (ictus hemorrágico). Los síntomas pueden variar, pero incluyen debilidad, pérdida de sensibilidad, dificultad para hablar, visión borrosa y problemas de coordinación.
En Aragón, como en el resto de España, el ictus es una preocupación de salud pública. Según datos de 2022, la Comunidad autónoma experimentó un aumento en el número de casos de ictus en los últimos años, con más de 3.000 casos registrados anualmente y más de 6.000 conviven con sus secuelas. El dato resulta alarmante y subraya la importancia de la prevención y la educación sobre el ictus.
Los factores de riesgo para el ictus incluyen la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo, la obesidad y una dieta poco saludable. Fomentar un estilo de vida activo y saludable es esencial para reducir el riesgo de ictus. Además, la educación sobre los signos y síntomas del ictus es crucial para garantizar una respuesta rápida y el tratamiento oportuno.
Cuando se sospecha un ictus, el tiempo es fundamental. La atención médica inmediata puede marcar la diferencia en la recuperación del paciente. En Aragón, se están implementando protocolos para agilizar la atención a las personas que sufren un ictus y mejorar sus posibilidades de recuperación.