Ficha del festejo: Plaza de toros de Barbastro. Media entrada. Antes de romper el paseíllo sonaron los acordes del himno nacional de España. Toros de las Hermanas Azcona. Bien presentados y de buen juego en general, aunque faltos de fuerzas. Aplaudido en el arrastre el 2º.
Sánchez Vara, de azul marino y oro: silencio y oreja.
Jairo Miguel, de de sangre de toro y oro: oreja y silencio.
Imanol Sánchez, de azul marino y plata: oreja y silencio.
El temple y la torería de Jairo Miguel han cautivado a Barbastro en la tradicional corrida de toros del 8 de septiembre. Con media entrada y en un día que amenazaba algo de lluvia que al final ha quedado en nada, tres toreros con poco cartel pero con muchas ganas se han lucido en el albero, pero no han rematado las faenas por culpa de la espada, algo que ha impedido abrir la puerta grande.
Se ha presentado Jairo Miguel en Barbastro con un interesante concepto del toreo. En su primer animal, un toro noble falto de fuerzas pero de buen recorrido por el pitón derecho, ha estado muy asentado. Ha podido dar varios pases de pecho rotundos y ha retamado su faena con manoletinas para acabar formando un lío con el que se ha ganado al público. Regusto de torero bueno antes de un pinchazo y una estocada que le ha servido para cortar una oreja.
La pena ha sido el que hacía de quinto, con el que ha fallado con la espada. Sin embargo, todo lo anterior lo ha hecho bien el torero extremeño, cuajando un tercio de banderillas de categoría con el que ha puesto en pie a la plaza. Con la muleta, ha dado espacio al toro -también de escasa fuerza-, llevándolo muy despacio y dejando el percal en el hocico. Todo con mucho temple. Arrimón final para ganarse al público que hubiera significado otra oreja de no ser por el fallo con la espada.
Sánchez Vara ha tenido ante sí un lote complicado. A su primer toro, un manso de libro pero muy bien presentado, le ha tenido que hacer todo por arriba. Descastado, el animal guardaba en sus adentros una embestida incierta. Sánchez Vara le ha robado algún derechazo largo, muy profundo, aunque siempre despegado.
En su segundo animal, el que hacía de cuarto, se ha lucido en banderillas, todas muy bien puestas. Ha logrado dar una buena tanda por el pitón derecho a un toro noble, que quería pero siempre afeaba con un final brusco. Asentado Sánchez Vara, ha medido bien los tiempos de la faena y se ha ido a por la espada cuando tenía que hacerlo. Pinchazo, pero oreja.
Imanol Sánchez se ha marchado de Barbastro con una oreja. La que ha arrancado a su primer toro más por la voluntad que por otra cosa. El zaragozano lo ha intentado llevar largo por el pitón derecho y ha sufrido una voltereta que ha quedado en un susto. El toro, que no tenía mala condición, lo ha zafado por el vientre, pero por fortuna no ha tenido consecuencias. Sánchez se ha tenido que conformar con robarle algún natural de bella factura. Estocada tendida y oreja. En el 'cierraplaza', con el que muchos ya bostezaban después de casi tres horas de festejo, no ha tenido demasiadas opciones y todo ha quedado en nada por el fallo con la espada.