El oscense Francho Gracia Puzo, presidente nacional de la Juventud Obrera Cristiana (JOC), Inés González, presidenta de Aragón, y la profesora e historiadora María José Estean Zuriaga han participado en la presentación del 50 Consejo General que tendrá lugar en Huesca del 6 al 8 de diciembre con cien jóvenes militantes de toda España que marcarán las líneas del movimiento para los próximos tres años.
María José Esteban Zuriaga ha firmado libros de "Entre la fábrica y la sacristía. Catolicismo de base, división eclesial y tensiones políticas en la Diócesis de Zaragoza (1946-19179)", asunto que ha servido de marco para un debate sobre la evolución de la juventud y particularmente la trayectoria de la JOC de la mano de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de la que estaban sentados en el salón de actos de la Diputación Provincial preclaros dirigentes históricos.
Los tres participantes en el dilálogo han entrelazado reflexiones sobre la realidad actual y su diferencia con el pasado. Francho Gracia ha reconocido que actualmente no hay "militantes que lideren" fuera de la organización, en el instituto, la universidad, el mercado laboral, el feminismo del 8M, la "ecoeclesiástica" de ecología industrial, los migrantes sin papeles, las asociaciones de vecinos o las organizaciones culturales, aunque estén presentes en estos entornos. "Han cambiado las formas pero no los anhelos. Queremos sentirnos queridos y escuchados. Se han producido muchos cambios sociales y tecnológicos que nos hace cuestionarnos mucho cómo nos dirigimos al núcleo de la sociedad. Pero hay una chispita de esperanza de que un joven va a querer calor humano".
En el debate, han surgido las necesidades y el cuestionamiento de la juventud, la pregunta de qué es un joven obrero. En el sentido estricto de hace cincuenta años, esa morfología "se ha diluido y ya no moviliza como antes, se vive mejor materialmente y hay una aspiración a ser clase media". Los estudios están mucho más extendidos y los jóvenes acceden al mundo laboral, aunque en condiciones precarias. Las preocupaciones de los jóvenes se expanden incluso la noviazgo y la preparación para el matrimonio. Han entendido que "la juventud de clase obrera sigue existiendo, las desigualdades crecen y lo que vivimos es más difícil de explicar".
De hecho, una realidad es que el término "militancia asusta, igual que el de obrero". Es en este contexto en el que llega el Consejo General bajo el eslogan "Juventud en cambio, movimiento en acción", que definirá un recorrido metodológico con campañas que vertebran la acción y la posición en el mundo, "el compromiso, el lenguaje de la JOC con la voluntad de ser un espacio abierto. Existe mucha soledad en los jóvenes y ofrecemos una forma de ser comunidad, de comprensión del mundo".
"Tenemos el compromiso temporal por traer el reino de los cielos dia a dia, para cambiar el mundo a través de la doctrina social de la Iglesia. Cada militante tiene que comprometerse". En este sentido, María José Esteban afirma que entre tensiones en la dictadura franquista, la JOC nace de un movimiento de apostolado pero en un contexto político, con una misión apostólica general pero también dentro del marco educativo".
Francho Gracia ha concebido positivo cuestionarse permanente la misión porque la atmósfera varía, y en este sentido ha recordado los actuales "discursos de odios, ante los que establecemos la idea de mensajes que separan, puentes que construyen. Frente a mensajes racistas y machistas que llevan a la juventud a la crispación, hay que luchar contra los bulos y concebir la fraternidad como la encíclica Fratelli Tutti del papa Francisco. Es triste ver cómo se extiende el odio".
Bajo el lema “Juventud en cambio, movimiento en acción”, el Consejo General culmina la reflexión de la militancia de la JOC sobre las circunstancias actuales que condicionan la situación de la juventud actual, y su participación en el movimiento.