Los loteros de Huesca cierran una gran campaña en la que se ha notado más ilusión que nunca en el Sorteo de Navidad

"La vida se ha puesto muy cara" y se apela a la suerte con un último mes y medio de muchas ventas en las administraciones

M. Manterola
21 de Diciembre de 2022
Guardar
La Lotería de Navidad y sus cosas

Las administraciones de lotería han cerrado este jueves la campaña del tradicional y más popular sorteo, el extraordinario de Navidad, y han puesto la botella de cava a enfriar con la esperanza de poder descorchar la botella este 22 de diciembre con sus clientes. La ilusión acompaña a todos los que participan y confían en que su número resuene la mañana de este jueves cortando el soniquete contínuo del sorteo.

Todos los loteros tienen la esperanza de dar el Gordo, pero “lo importante es que toque en la provincia”, dice José Antonio Rufas, de la Administración número 1 de Huesca, que comenzó regentando su abuela en 1950, después su madre y de la que él es la tercera generación.

Alfonso Gallán en su administración de Huesca, la número 6
Alfonso Gallán en su administración de Huesca, la número 6

“Ha sido una muy buena campaña. A falta de terminar de cerrar las cuestas, somos optimistas, se ha vendido bastante bien, la gente está muy animada y con mucha ilusión”, dice Alfonso Gallán, de la Administración número 6 de Huesca. Al principio de la campaña se despacha principalmente “a los clientes que tenemos el Pirineo”, luego son las asociaciones quienes recogen números para hacer participaciones, y finalmente, en ventanilla sobre todo el último mes y medio, que es muy muy intenso”, confirma Gallán.

Fernando Alagón, de la Administración número 7, apunta que se ha vendido más que el año pasado, aunque “ha costado mucho. El verano ha sido flojo en la montaña y se ha notado, pero al final la gente se anima más. La vida se ha puesto muy cara y se busca el décimo de último momento. Este día previo es el que más gente viene”.

Fernando Alagón, propietario de la Administración número 7
Fernando Alagón, propietario de la Administración número 7

José Antonio Rufas confirma que ha sido una buena campaña: “El año pasado, después de la pandemia, se notó y se batió el récord a nivel nacional, y este año aún se ha notado un poco más de alegría entre la gente. A ver si hay suerte y toca algo por aquí”, desea.

Gallán explica que los son muchos los que eligen terminaciones específicas, como las que coinciden con el año, para fechas de bodas o nacimientos. En la administración, “cogimos uno terminado en 22 y lo nombramos número de la casa. Tenemos 1.800 décimos y hemos tirado de ese número a montón, se ha vendido muy bien”, dice.

También se han agotado décimos que son de abonados, incluso superando las previsiones. “Hay bares, clientes de todo el año, que ya han vendido toda la de Navidad y han empezado con la del Niño”, explica.

José Antonio Rufas, tercera generación en la Administración número 1
José Antonio Rufas, tercera generación en la Administración número 1

Alagón lo tiene claro, se venden las terminaciones en 13, 15, 69 y 7. “Sobre todo 7 -remarca-, que por estadística es el que más toca”, además de que su administración es la número 7 y eso también atrae clientes. En este aspecto no ha dejado pasar ninguna oportunidad y dispone de todas las más demandadas, además de otras curiosidades. “Tengo la cuenta atrás -el 54321-, el número de preso de Mandela, la fecha en que se fundó la SD Huesca…, un montón de números que la gente busca”.

Rufas apunta que por la administración pasa “gente mayor que juega su número de toda la vida, otras personas que prueban suerte con alguna terminación especial”, aunque “lo normal que se pide” son boletos acabados en 22, 69, 7 y 5.

También tienen el número de una cofradía que siempre vende al completo y otros especiales “que en septiembre ya estaban agotados”, señala.

Anécdotas hay muchas dentro de esta campaña navideña, como la que cuenta Fernando Alagón de unos clientes que buscan atraer la suerte de la forma más increíbles. “Unos a los que di un premio bastante grande han venido y, mientras uno me distraía, el otro echaba aceites” en la administración. “También hacen conjuros, nos dejan ajos…”. En la administración de Rufas han sido más tradicionales: una clienta les ha regalado la imagen de un santo, que ahora acompaña a San Pancracio en su establecimiento.

Gallán opina que Huesca es una ciudad con suerte. “No vamos mal, se dan bastantes premios”, considera. Su administración ha repartido un quinto y un tercero de Navidad, además de otros más pequeños durante la semana y “también Primitivas y Bonolotos de las de ir al banco al cobrar”, cuenta.

Fernando Alagón adquirió la Administración número 7 el 28 de marzo, y el primer día repartió dos quinielas de 15, “pero no muy grandes porque era entre semana y de selecciones; no eran de más de 10.000 euros”, recuerda. Y a los dos meses, dio 600.000 euros en 5 series del segundo premio de la Lotería. “Cuando se da un buen premio se nota. Era mayo y ya me pedían lotería de Navidad; hasta de Madrid me llamaron. Desde entontes, ha sumado alguna Bonoloto de 5 aciertos y otras más pequeñas. “Espero dar algo, es la ilusión de todos”, dice y se pregunta: “¿Lo celebraría como se merece?”, y es que es algo muy grande para una administración.

En la de José Antonio Rufas, con una larga historia, se han repartido bastantes premios, entre ellos el Gordo de Navidad. También quintos, segundos y el que recuerda como más importante, “un quinto premio para una asociación de Aniés. Hay suerte en esta administración”, dice.

Juan Carlos Gabarre, dos veces le ha tocado la lotería
Juan Carlos Gabarre, dos veces le ha tocado la lotería

Y también tiene mucha suerte Juan Carlos Gabarre, que este jueves compraba su último décimo para este sorteo en la Administración número 6. “Ya me ha tocado dos veces, no es broma”, asegura. Y las dos veces de Grañén, “un quinto premio en los años 90 y otro compartido con un compañero del bar de Los Olivos, en 2008”. Todas las semanas coge el número 13.446, al que está abonado en un bar de su pueblo, Sangarrén, y esta Navidad, aunque dice que ha comprado menos, espera que por fin llegue el Gordo. Si se cumple, lo primero que le viene a la cabeza sobre qué haría es: "Me jubilaría".

Lo mismo que piensa Emilio Juan Buendía –“llevo trabajando desde los 14 años, cuenta-, y tampoco dudaría en “no decírselo a nadie” y escaparse “a un sitio perdido”. Juega “cuatro o cinco décimos” de las mismas administraciones y los más raros. “Los que no quiere nadie me los llevo yo”, a última hora de esta tarde uno con 0014.

Raros, bonitos, “el que me des”, de alguna administración famosa… todos los girarán esta mañana en los bombos y solo serán algunos los afortunados que brindarán con ese cava que está enfriando.   

Archivado en

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante