Mamb Atjaba es una mediadora intercultural, un rol esencial que se sitúa en el cruce de culturas, lenguas y realidades. Su trabajo consiste en tender puentes entre personas que, por barreras idiomáticas o identitarias, no logran comunicarse plenamente. “Lo que hacemos es facilitar la comprensión entre la usuaria y los profesionales, ayudando a que se entiendan más allá de las palabras”, explica.
No se trata solo de traducir frases, sino de interpretar todo un mundo de significados que, a menudo, pasan desapercibidos para quienes no comparten ese mismo bagaje. Para Mamb, originaria de Camerún y residente en Zaragoza desde hace casi 19 años, este trabajo no es solo profesional, sino profundamente personal. Ella misma vivió la dificultad de adaptarse a un nuevo país cuando llegó a España.
Recuerda cómo las primeras interacciones con los servicios de salud fueron frustrantes, ya que no lograba expresar adecuadamente sus necesidades. "Sentía estrés, agotamiento, cosas que no sabía cómo comunicar, y sólo podía decir que me dolía la cabeza, y me daban paracetamol".
Con los años, esas experiencias la llevaron a trabajar en Médicos del Mundo, donde lleva cuatro años ejerciendo como mediadora, aunque su vínculo con el voluntariado empezó mucho antes. Durante su labor, ha aprendido a leer las sutilezas que se esconden en las expresiones y comportamientos de las personas inmigrantes y refugiadas que acuden en busca de ayuda. El choque cultural a menudo impide que los profesionales sanitarios o sociales comprendan del todo las necesidades de los usuarios. Es ahí donde Mamb interviene, desgranando lo que no se ve a simple vista.
En una jornada organizada en Huesca por Médicos del Mundo, Mamb reflexiona junto a sus compañeros sobre la explotación sexual y el tráfico de mujeres, niñas y niños, un tema delicado que también cruza fronteras culturales.
Su labor como mediadora se extiende más allá de los consultorios. "Es un trayecto difícil", dice, "pero estamos aquí para acompañarles, para que no se sientan tan solos en este proceso que tantas veces parece insuperable". Por eso, desde su posición, anima a las personas a buscar ayuda y a confiar en que, aunque el camino sea complicado, siempre hay alguien dispuesto a tender una mano.