Médicos del Mundo denuncia las consecuencias "invisibles" de la mutilación genital femenina

La ONG aborda las graves repercusiones para la salud física, psicológica y sexual de las mujeres

06 de Febrero de 2024
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"Hagamos visible lo invisible", lema del Día Internacional de la Mutilación Genital Femenina. Foto Myriam Martínez
"Hagamos visible lo invisible", lema del Día Internacional de la Mutilación Genital Femenina. Foto Myriam Martínez

Médicos del Mundo ha celebrado en Huesca el acto conmemorativo del Día Internacional contra la Mutilación Genital Femenina, como cada 6 de febrero, bajo el lema "Hagamos visible lo invisible", con el que se ha pretendido destacar que, detrás de esta práctica, además de la estigmatización, existen otras graves consecuencias para la salud física, psicológica y sexual, de las que poco se habla.

La campaña de este año, además, ha ampliado su enfoque para abordar dos temas adicionales de gran importancia, también catalogados como formas de violencia contra las mujeres: los matrimonios forzosos y la poligamia.

Como ha comentado Margarita Alfaro, voluntaria de esta organización, la mutilación genital femenina está considerada en España como violencia de género y está penalizada. "Desde hace mucho tiempo, hemos estado trabajando incansablemente para erradicar la mutilación, abordando no solo la problemática en el lugar donde se practica, sino también llevando a cabo formaciones y programas de sensibilización en nuestras poblaciones", ha indicado.

La mutilación genital femenina no es exclusiva de naciones subsaharianas, se lleva a cabo en al menos 30 países también de Asia y Latinoamérica. Margarita Alfaro ha subrayado que es crucial intervenir en los lugares donde esta práctica persiste, ya que está arraigada en cuestiones culturales y varía incluso entre distintas etnias dentro de un mismo país.

Margarita Alfaro, voluntaria de Médicos del Mundo. Foto Myriam Martínez
Margarita Alfaro, voluntaria de Médicos del Mundo. Foto Myriam Martínez

"A menudo se ha vinculado esta práctica con cuestiones religiosas, pero la verdad es que más bien se trata de un medio de control sobre la mujer", ha explicado.

Médicos del Mundo se centra especialmente en las consecuencias para la salud, ya que al colaborar estrechamente con personas de origen de estos países se han podido recabar testimonios que revelan  terribles consecuencias, como infecciones, hemorragias y complicaciones en el parto que, en ocasiones, requieren reconstrucciones completas del aparato genital femenino.

"Nuestro trabajo se extiende a la formación de profesionales, institutos y grupos, especialmente con adolescentes, jóvenes y hombres", ya que estiman que es fundamental abordar el problema desde sus raíces.

En este proceso, la mediación intercultural también desempeña un papel crucial, y las mediadoras, provenientes de la misma comunidad, son esenciales al acompañar a mujeres que van a dar a luz en situaciones donde esta práctica persiste. Alfaro observa que, para erradicar esta problemática, hay que combatirla desde una perspectiva cercana, conscientes de que quienes no han vivido estas experiencias no pueden comprender completamente su magnitud.

COMPROMISO DE VIAJE

La mutilación genital femenina se practica en niñas muy pequeñas, a menudo a partir de los 6 años. Una herramienta importante para tratar de poner fin a esta situación es un protocolo llamado "Compromiso de Viaje", que se centra en el momento en el que se tiene conocimiento de que las niñas van a desplazarse a sus países de origen. Ésa es la ocasión en la que las personas mayores, especialmente las abuelas, aprovechan para someterlas a la mutilación genital. Culturalmente, existe la creencia de que, si las niñas y las mujeres no son sometidas a este corte, serán rechazadas socialmente. 

En este punto, se inicia el proceso en el que las familias deben pasar por los pediatras para firmar un compromiso de viaje, donde los profesionales revisan la situación de las niñas. Este protocolo está disponible en varios idiomas y se lleva consigo durante el viaje, y se presenta a las familias en el país de origen.

El compromiso de viaje recuerda que en España la mutilación genital femenina está considerada como violencia de género, y que si la niña es sometida a esta práctica, habrá repercusiones legales para la familia a su regreso a España. A la vuelta, la niña deberá pasar de nuevo por el pediatra para comprobar que todo está en orden. 

Voluntarios de Médicos del Mundo denuncian la mutilación genital femenina. Foto Myriam Martínez
Voluntarios de Médicos del Mundo denuncian la mutilación genital femenina. Foto Myriam Martínez

Tanto en colegios como en institutos, se ha llevado a cabo un trabajo multidisciplinario para informar y prevenir esta práctica, permitiendo un seguimiento más efectivo de los protocolos establecidos.

Margarita Alfaro, que atesora una experiencia de más de 20 años, ha manifestado que, en los centros de salud, la conciencia sobre la mutilación genital femenina está generalizada entre los profesionales, incluyendo pediatras y trabajadores sociales. Este tema ya está institucionalizado en la página del Salud, y es evidente el impacto positivo de los programas y protocolos implementados. Desde que se trabaja en este asunto, no se han detectado casos en Huesca.

"Las mujeres con las que trabajamos, aunque no manifiestan haber vivido la práctica como algo traumático, tampoco desean que se perpetúe en sus hijas. Es esencial seguir abordando este tema, especialmente con la población masculina y los jóvenes, a través de talleres y grupos de trabajo para comprender sus perspectivas y transmitir información sobre las consecuencias de esta práctica, que a menudo pueden no ser plenamente conscientes", ha concluido.

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