La primacía de la caridad en la vida y ministerio de San Lorenzo ha sido el título de la conferencia del profesor y sacerdote Pablo Blanco Sarto en un Salón Azul del Casino abarrotado en la que, más allá de la figura del santo oscense, ha profundizado en los conceptos en torno al amor y la caridad del Papa Benedicto XVI, del que el conferenciante es biógrafo además de haber profundizado en distintas obras en aspectos como el Vaticano II, la teología o la evangelización.
Ha presentado al profesor de Teología Dogmática el prior de la Real Cofradía de San Lorenzo (organizadora del acto dentro del programa del 1800 aniversario del nacimiento del mártir), Joaquín Almerge, quien ha abundado en el concepto de la caridad que expresa sus manifestaciones externas en la calidez y en la sonrisa con la que se desempeña.
Tras expresar la relación de San Lorenzo con la caridad y con la entrega, Pablo Blanco ha asegurado que el papa Ratzinger devolvió al cristianismo a su esencia, el amor, y en este sentido se ha apoyado en la popular canción "All you need is love" convertida en "un clásico en un mundo apasionante pero cruel", en el que mueren cada año seis millones de niños y 53 millones no llegan a nacer, un planeta en el que "se mata en nombre de Dios".
Ha referido la primera encíclica del pontífice Benedicto XVI, Deus Caritas Est, en la que no elude nombres complejos para el cristianismo como Nietzsche o Descartes junto a referencias como Santa Teresa y El Cantar de los Cantares para proclamar que "el amor es una revolución pendiente, porque no hay alianza de civilizaciones sin amor".
Ha exprimido el sacerdote zaragozano conceptos teológicos, humanísticos y éticos. "Jesucristo es el amor encarnado. Sólo lo tomamos prestado, porque el amor viene de Dios y el amor puede cambiar el mundo. La medida del amor es el amor sin medida. Nadie puede quedar excluido". Interpretando en su propio origen alemán la aseveración de Ratzinger, ha explicado el término acuñado de "amor de segunda mano".
Ha trufado Pablo Blanco su alocución de citas evangélicas sobre las que el lenguaje nos conduce a pensamientos aparentemente contradictorios, realmente consistentes. "El amor a veces es increíble o creemos que no es posible, pero, si Dios es amor, puede ser posible". "La fe cristiana, poniendo el amor en el centro, le da una nueva dimensión", sobre todo cuando Jesucristo une el amor a Dios y al prójimo. Benedicto XVI recordaba que "Dios es amor" amparado en el imperativo evangélico de que "nos amemos los unos a los otros como yo os he amado". En la puesta en valor de los oxímoron, ha esgrimido que "el amor es todavía más difícil y al mismo tiempo más fácil. Sólo podemos amar con el corazón de Cristo, con esos latidos de corazón humano y divino, Él bombea ese amor y somos capaces de amar a esas personas que parecen imposibles".
Ha utilizado el ejemplo de Clive Staples Lewis, autor de Las Crónicas de Narnia, quien encontró "en un rato de oración" el perdón tras treinta años de rencor. A partir de ahí, sostenía que ser cristiano significa perdonar lo inexcusable, porque Dios te ha perdonado a ti lo inexcusable.
Se ha concentrado en las diferencias entre el amor posesivo que es el eros y el cristiano que es el ágape. "Santidad es amor pleno, es plenitud de caridad cristiana, plano inclinado que hace posible la santidad. Benedicto se adentra en el principio antropológico, en la unidad de la persona en el cuerpo y el alma". El papa planteaba "un amor solidario de cuerpo entero y toda el alma con pasión y espíritu" a través del itinerario descrito por Jesucristo que, a través de la Cruz, llega a la resurrección. "El amor a ras de suelo ha de elevar el vuelo, porque el amor es un arte mayor como cantaba el cantautor". "Y es que el Dios cristiano crea por amor, es Eros y Ágape, Dios es amor, cariño y caridad".
El padre Blanco ha introducido otros conceptos como el amor en la política ("los cristianos no sólo votan y pagan, sino que se ganan el derecho a dedicarse al noble arte de la política") la justicia dentro de la doctrina social de la iglesia, además de considerar inseparable el amor y la verdad: "La verdad sin amor es demasiado dura y cruel. Si se dice algo justo pero sin caridad o cariño", el resultado puede ser negativo.
Apoyándose en Santa Teresa de Calcuta, ha defendido el valor de rezar. "La caridad es posible cuando movida por la oración se entra en contacto íntimo de Dios", es un medio para recibir la fuerza de Cristo. Las monjas de Santa Teresa de Calcuta oran una hora diaria, "son fuertes en el servicio porque son fuertes en la oración".
En San Lorenzo se puede encontrar esa aparente complejidad, real sencillez. "En San Lorenzo, el amor era muy material con cariño y afecto concreto. Decía que aquí me tratan con caridad pero en su casa lo hacían con cariño. La caridad se ayuda de modo concreto en lo humano y en un proceso de purificación que eleve".
Ha concluido profundizando en San Lorenzo, el tercer patrón de la ciudad de Roma, nacido en Osca y diácono en una época de persecución en la que administró bienes y ofrendas. Tras condenar Valeriano a muerte a los obispos y diáconos en el año 258 y matar a Sixto II, San Lorenzo compareció convocado para que entregara los supuestos caudales de la cristiandad -que había repartido- y, rodeado de pobres, lisiados y desfavorecidos, los presentó: "Estos son los tesoros de la Iglesia. Aquí demostró la socarronería aragonesa y demostró que la liturgia, el amor a la iglesia y la atención a los pobres están íntimamente ligados".