Pablo Rubio Bellostas se ha estrenado en la comunidad de Linkedin compartiendo su finalización de la tesis en el grado de Biotecnología en la Universidad de Barcelona, después de realizar su proyecto de investigación en la Universidad de Medicina de Viena bajo la supervisión de Markus Schosserer y Matthew Clarke.
Pablo es un oscense de 21 años que ha combinado sus estudios generales y su carrera de Biotecnología con el Conservatorio de Música Antonio Viñuales de Huesca en el que ha adquirido pericia durante doce cursos con la flauta travesera y la flauta de pico.
El periplo estudiantil de este joven se inició en el Colegio del Parque, siguió en el Ramón y Cajal y, como si estuviera imbuido del espíritu del gran precursor de la moderna neurociencia, se encaminó hacia el grado de Biotecnología en la Universidad de Barcelona. Su aplicación ha proyectado su formación con el Erasmus en Viena, donde participó en un grupo con el que ha investigado sobre proteínas que tienen lugar con el envejecimiento como la RRP8 y la NSUNT, en ensayos con gusanos en los que experimentaban su supervivencia según recibieran esos elementos o no. Con evidente madurez, Pablo Rubio reconoce que "el problema de contaminación ha hecho que muchas veces no hubiera resultados significativos".
Tras su retorno de Viena y el doctorado, está cursando un Máster de Biología Molecular y Celular dentro de la Facultad de Matemáticas. Su objetivo es "trabajar en la investigación en el futuro, aunque soy consciente de que se requiere un gran esfuerzo". Aunque no tiene claro que vaya a ser su inclinación final, sí es cierto que se ha encontrado cómodo trabajando en torno al envejecimiento y la senescencia celular. Avanza en el máster hacia el trabajo final, pero ya atesora una gran experiencia con su trayectoria en Viena "donde compartí residencia con gente de todo el mundo y el trabajo en el laboratorio me ha ayudado mucho".
Políglota incipiente con dominio del inglés, el español y el catalán, lector con Juan Gómez Jurado y su Reina Roja en la cabecera hoy día, aficionado al gimnasio y, sobre todo, a la Sociedad Deportiva Huesca -por tanto, preocupado-, Pablo Rubio camina con paso firme. Es consciente de la paciente y larga vida del investigador, pero está dispuesto a entregarse a la ciencia como modo de contribuir a la humanidad.