Padre Pedro Aguado, en Salas: "Estos niños tienen las llaves del reino de los cielos"

El que desde este sábado será obispo de Huesca cumple el rito de la profesión de fe y el juramento de fidelidad en el santuario en medio de una atmósfera de esperanza

13 de Junio de 2025
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Juramento del padre Pedro Aguado Cuesta, inminente obispo de Huesca.
Juramento del padre Pedro Aguado Cuesta, inminente obispo de Huesca.

Ha sido un acto sencillo y hermoso, profundo y afable. Acompañado por el administrador apostólico, Vicente Jiménez Zamora, el que desde este sábado a partir de las 11 horas será obispo de Huesca y Jaca, Pedro Aguado, ha cumplido con todo el rito de la profesión de fe y del juramento de fidelidad, para concluir este prólogo del gran día con una proclamación ante un grupo de pequeños: "Estos niños tienen las llaves del reino de los cielos".

Monseñor Jiménez Zamora ha abierto la celebración en el Santuario de Nuestra Señora de Salas y de la Huerta anunciando la reunión para "recibir a nuestro obispo y pastor que viene en nombre del Señor, para pastorear esta bendita grey de nuestra Diócesis de Huesca". El cabildo de la Santa Iglesia Catedral, el Consejo de Consultores, la Real Cofradía de Nuestra Señora de Salas, los seminaristas, "el pueblo fiel y los niños" han sido los protagonistas.

Profesión de fe y juramento de fidelidad del padre Pedro Aguado en Salas

El padre Pedro Aguado Cuesta, escolapio, ha pronunciado en primer lugar el Credo y ha confirmado su fe firme en la palabra de Dios escrita o transmitida por la tradición. Ha aceptado todas las enseñanzas sobre la fe y las costumbres propuestas por la Iglesia de modo definitivo, y se ha adherido a las enseñanzas del Romano Pontífice y el Colegio de los Obispos.

Posteriormente, se ha comprometido como obispo a ser "siempre fiel a la Iglesia Católica y a su Pastor Supremo, el Romano Pontífice", a someterse a su potestad en toda la iglesia para defender sus derechos y autoridades. "Pondré todo mi empeño en ejercer las funciones apostólicas confiadas a los obispos, esto es, enseñar al pueblo de Dios, santificarlo y guiarlo". Ha anunciado que defenderá siempre la unidad de la Iglesia. "Me comportaré piadosa y santamente cumpliendo el Ministerio que se me ha confiado".

Ha asegurado que pondrá especial cuidado para administrar los bienes de la Iglesia y particularmente los destinados al culto divino, al apostolado y obras de caridad. Tras anunciar la atención a presbíteros, diáconos y religiosos, promocionando las vocaciones consagradas, ha afirmado que defenderá la dignidad de los laicos.

El administrador apostólico, el prelado en ciernes y la canciller de la Diócesis de Huesca, Patricia Palacios, han firmado el juramento antes del final del ceremonial en Salas.. 

Firma de la profesión de fe y el juramento de fidelidad

EL FOCO EN LOS NIÑOS

Como es tradición en el preludio de las ordenaciones episcopales, toda la comitiva presidida por el administrador apostólico y el inminente obispo han entrado en el santuario mariano y, después de rezar los dos prelados ante el altar, Pedro Aguado se ha dirigido a la feligresía pero especialmente a los pequeños. Tras preguntar cuáles de ellos habían hecho la Primera Comunión y cuáles estaban en ciernes, ha iniciado su alocución: "Yo sé lo que sentiais cuando hicisteis la Primera Comunión: una enorme alegría. Serás como María, porque tienes a Jesús en el interior".

Y sencillamente, con mucha proximidad, ha realizado tres recomendaciones. La primera, "sed alegres, estad felices, tenemos el mejor regalo: tenéis a Jesús en el interior". La segunda, "Haced todo con ganas, todo lo que hagáis por Jesús tiene que ser con ganas y Jesús responderá rápido". Y, en tercer lugar, "María sabía que lo importante es lo que llevaba dentro: Jesús. Está contigo, por eso tienes ganas de ayudar, el importante siempre es Jesús".

Y ha concluido con otro compromiso: "Os vais a aburrir de escucharme, pero el importante es Jesús. Estos niños -dirigiéndose a todo el templo- tienen las llaves del reino de los cielos".

Una comparecencia tradicional en Salas. Este sábado, desde las 11, la Iglesia estará abarrotada con más de quinientos fieles, incluidos dos autobuses de escolapios de toda España. Larga vida al obispo y padre Pedro Aguado Cuesta. Gratitud eterna a ese servidor infalible y fabuloso que ha convertido la interinidad en virtud, don Vicente Jiménez Zamora. Un relevo lleno de preciosos valores cristianos. Este es, como proclamara San Lorenzo, el tesoro del pueblo creyente.

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