El papa Francisco ha nombrado este sábado al obispo de Teruel y Albarracín, José Antonio Satué, miembro del Dicasterio para los Obispos, cargo al que también se incorpora arzobispo de Madrid, José Cobo Cano.
El prelado natural de Sesa se ha declarado a EL DIARIO DE HUESCA "sorprendido, sobrecogidopor este encargo que el Papa Francisco ha querido confiarme. Y lo que me sale del corazón es agradecer al Papa su confianza".
En su respeto episcopal y consciente de que la noticia va a alegrar a muchos oscenses, sobre todo ha querido pedir a los "diocesanos de Teruel y Albarracín para que recen por mí para que sepa cumplir este servicio a la iglesia universal con dedicación y con humildad".
Satué entra dentro de este organismo conformado por cardenales y obispos que decide los nombramientos renuncias y traslados de los jerarcas de la iglesia en todo el mundo. Más allá de la llamada telefónica que le ha comunicado esta mañana del sábado la buena nueva, el obispo de Teruel y Albarracín está "feliz" y responsabilizado ante este compromiso, que le permite continuar su actividad pastoral en una Diócesis en la que está encantado.
Todavía no ha sido informado -lo harán en breve- del régimen de reuniones que mantiene el Dicasterio, que vienen a ser una o dos mensuales para decidir los movimientos episcopales de todo el mundo, previamente escuchadas las propuestas de las iglesias particulares, de las conferencias episcopales y las representaciones pontificias. En la determinación y decisión de los criterios, estará presente José Antonio Sesa. Con voluntad "empeñativa", vocablo italiano que utiliza para manifestar el empeño que habrá de dedicar para su buen ejercicio. Uno de los nuestros, siendo que la iglesia es universal. Pero uno de los nuestros por partida doble.