La Pasión en Salesianos bate todos los récords y ofrece la última oportunidad este próximo fin de semana

La conexión con el público, la actuación de los niños y el nuevo Jesucristo, Pablo Baltasar, dotan de una gran pujanza al drama sacro que lleva más de tres cuartos de siglo... y en crecimiento

28 de Marzo de 2024
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Interpretación de La Pasión en Salesianos.
Interpretación de La Pasión en Salesianos.

La representación de La Pasión en Salesianos llega a su última semana y, tras las cuatro primeras sesiones, ya se puede afirmar que 2024 va a ser un año de récord, ya que han pasado más de 1.600 espectadores por el Teatro Salesianos para disfrutar de este drama sacro que se viene interpretando, en torno a los últimos días de Jesucristo, desde hace más de setenta años en los que se ha convertido en gran referencia de la Semana Santa oscense.

Cerca de doscientos actores han interpretado las cuatro primeras representaciones dirigidas por un equipo que se complementa con Víctor Villacampa Sanvicente como director artístico, Quique Ferrer en tareas de coordinación para que no falle nada y todos puedan fluir en su capacidad teatral, Jesús Arcas en la tramoya, Jesús Álvaro Botaya con esa maravilla deliciosa que son las niñas y los niños, y María Cabrero en el vestuario, maquillaje y parte de la tramoya.

Pablo Baltasar se ha incorporado como el Jesucristo de los domingos después de la retirada de Javi Machuca, mientras Jorge Cored lleva camino de erigirse en una leyenda como el Cristo de los sábados. "Todos ellos están siendo increíbles, muy moldeables, una esponja para mejorar cada una de las escenas", asegura Víctor Sanvicente, quien utiliza la bodega de La Confianza durante semanas para apuntillar hasta los últimos detalles con las actrices y actores.

Una primera impresión de La Pasión 2024 es ese reconocimiento mutuo: "No es que el público esté encantado con nosotros. Es que nosotros estamos encantados con ellos. Han venido cuatrocientos a cada sesión y han aguantado las tres horas del drama con un respeto y una atención admirable". Cuestión de fe y también de la fascinación que provoca en estos momentos el espectáculo.

Ha cambiado todo sin cambiar nada. Desde aquel 1947 de la primera Pasión en el Teatro Salesiano, los casi doscientos actores han vivido una transformación extraordinaria, y no sólo por la edad, por ese ciclo de la vida que motiva que a estas alturas haya algunos intérpretes que ya acompañan al Señor en sus predios celestiales. También por la perfección propia de la evolución ("los niños son increíbles", afirma Víctor Villacampa, "están mostrando un compromiso precioso, son nuestro aliento y nuestro ánimo"), sino porque además la tecnología ayuda. "Estamos en un teatro que es fabuloso, que es muy antiguo, donde todavía hay dos elementos viejos como los peines de madera o algunas luces antiguas. Pero las nuevas tecnologías han ayudado extraordinariamente para dar fuerza a la narrativa y para que los efectos sean muy atractivos".

Ya sólo quedan dos oportunidades y un puñado de entradas disponibles para disfrutar de este prodigio que es La Pasión, el Sábado Santo y el Domingo de Resurrección a partir de las 17 horas. Merece la pena, así que, si alguien no lo ha visto, que se apresure porque en medio de esta atmósfera de Semana Santa, es una forma de introducirse en aquellos parajes tenebrosos y finalmente iluminados en torno a la Crucifixión y la gloria.

 

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