Las peluquerías ponen bálsamo, tranquilidad, en la marabunta de informaciones sobre un presunto brote de tiña en establecimientos de este sector, piden prudencia y rigor en la valoracióin de los datos del estudio dermatológico efectuado y abundan en que el número de casos ha sido limitado, 107 casos en un periodo analizado de 270 millones de servicios, lo que reduce la incidencia al 0,0000004 %.
Los servicios de Imagen Personal de Huesca inciden en la idea que ha expresado las patronales de todo el país. Puede circunscribirse a determinados salones y obedecer a un estilo de corte demandado sobre todo por adolescentes por ser modas juveniles con un rasurado de cuello muy singular, pero tampoco se ha de generalizar porque si se cumplen -como hace la inmensa mayoría- los protocolos no ha de haber problema alguno.
De ahí que el mejor combate contra el alarmismo sea recordar el origen de la tiña de la cabeza, una infección causada por hongos que atacan a la capa externa de la piel del cuero cabelludo y el tallo, que ocasionalmente provoca inflamación, placas descamativas y en los casos más graves alopecias. Se manifiesta en zonas concretas del cuero cabelludo con calvas de color grisáceo y costras que generan picor y enrojecimiento de la zona. Se puede transmitir de una persona a otra simplemente tocando a alguien que tenga la infección. O en las peluquerías, si se está en contacto con elementos contaminados por el hongo como peines, tijeras, toallas, paletinas de color, maquinillas,...
Habitualmente, los brotes de tiña más conocidos se dan incluso en escuelas al tener contacto físico más cercano entre los 3 y los 14 años.
No existe una causa que pueda ser susceptible de generalización, asegura la patronal de las peluqierías, que rechaza cualquier estigma que culpabilice al gremio. No tiene nada que ver con los precios, sino con costumbres y hábitos de los usos de los profesionales y de los clientes. Ahora más que nunca, tras ser modélicos durante la pandemia, son más estrictos que nunca los protocolos de higiene fijados por normativas que son cumplidas por las peluquerías y que son impartidas en la formación reglada.
De ahí que las peluquerías, con sus patronales al frente, pidan a la clientela calma, confianza y certeza de que la práctica totalidad de los profesionales despliegan todos los protocolos higiénico-sanitarios y, además, están abiertos a aclarar las dudas porque "de hecho son los mejores asesores para la salud capilar y dermatológica". Ellos, afirma un peluquero oscense, "son los que advierten de cualquier problema en la zona para que puedan acudir a los profesionales sanitarios si se precisa su asistencia".
Los profesionales de la peluquería tan sólo llaman a la responsabilidad ofreciendo seguridad, meticulosidad en las normativas y en los hábitos, e incluso sentido común. No se puede demonizar un determinado corte de cabello como el degradado desde la larga capa en la nuca, porque la tiña no está en la maquinilla en sí, sino en un uso erróneo que es inhabitual. Y, en este sentido, reclaman responsabilidad en las informaciones que inciden en prejuicios y alarma.