Carinsertas, la empresa de inserción de Cáritas Diocesana de Huesca, ha dado comienzo este miércoles a su tradicional rastrillo del hogar. El evento se llevará a cabo en la Tienda Trobada Muebles y +, ubicada en Ramón y Cajal 25, y se extenderá hasta el sábado 8 de junio, ambos días inclusive.
Durante este tiempo, los visitantes podrán elegir, entre más de 6.000 pìezas, pequeños tesoros artesanales para el hogar en un horario matutino de 10:00 a 13:30 y vespertino de 17:00 a 20:00. El sábado abre sólo por la mañana.
Carolina Ibarra, encargada del área de textil de Carinsertas, ha explicado que, entre los artículos disponibles este año, se encuentran libros antiguos y colecciones especiales, que han sido incorporados debido al éxito continuado del rastrillo específico.
Además, se ofrecerán piezas únicas y llenas de historia, tales como mantelerías espectaculares de diversos tipos y colores, muchas de las cuales han sido elaboradas con técnicas tradicionales como el ganchillo y los bolillos.
Para aquellos interesados en opciones más accesibles, se podrán encontrar manteles individuales desde 5 euros, haciendo que estos productos estén al alcance de todos. "También tenemos unos cuantos 'tú y yo', que se estilaba antes cada uno con su mantelito individual y su servilleta haciendo juego", ha añadido.
Una de las características más especiales de este rastrillo, según ha explicado Carolina Ibarra, es la historia que hay detrás de cada objeto. "La mayoría de la gente que viene a donarnos estos artículos viene directamente y nos cuenta una historia," comenta. Los relatos van desde recuerdos familiares hasta anécdotas sobre cómo las prendas fueron encargadas y elaboradas. Este vínculo emocional no solo enriquece la experiencia de compra, sino que también subraya el valor sentimental de cada pieza.
INSERCIÓN SOCIOLABORAL
Es importante destacar que Carinsertas no es una empresa con ánimo de lucro. "Todo el dinero recaudado va a parar a las personas con dificultades de empleo, de inserción sociolaboral," y se destina a la formación y apoyo de aquellos que más lo necesitan.
Este compromiso social se refleja en el esforzado trabajo de las personas que colaboran en la preparación del rastrillo, el enorme que realizan las voluntarias que vienen a echarnos una mano, "especialmente Marisa Garcés", que se encargan de restaurar estas prendas, con mimo y tiempo.
El rastrillo no solo representa una oportunidad para adquirir artículos únicos y de calidad, sino también una ocasión para disfrutar de una experiencia enriquecedora y contribuir a una causa noble. "No es necesario tasar en dinero lo que se recauda, sino lo bien que lo pasamos," asegura uno de los organizadores.