La Plataforma No a la Caza ha celebrado una manifestación en la Plaza de Navarra de Huesca en la que ha leído ante los presentes el Manifiesto 2025 en el que afirma que el sonido de las escopetas es "una injusticia perpetua que sesga vidas inocentes. Podrá cambiar la estación, pero no el miedo grabado en los ojos de tantos animales que huyen despavoridos entre la maleza, sintiendo en sus cuerpos el acecho de un fuego implacable. En las entrañas de un zulo, en la penumbra de un chenil, cientos de perros aguardan la orden de salir a batir, sin saber que son piezas esclavas de un juego atroz".
Afirma el texto que, cuando dejan de ser útiles, los propios perros son abatidos por "la misma escopeta en la que habían depositado su lealtad. Vidas rotas, historias que se truncan sin siquiera haber conocido el calor de un hogar o el afecto que todo ser merece. Nos negamos a aceptar que esto se convierta en una rutina disfrazada de tradición. Sostenemos firmes nuestra indignación y nuestro amor por los que no pueden alzar la voz. Somos miles de activistas que, a diario, rescatamos, cuidamos, acompañamos a quienes la crueldad considera simples trofeos".
"Exigimos a quienes legislan que abran los ojos y cumplan con su responsabilidad. Cada año que pasa, más personas se unen a esta causa. Crece la conciencia de que no existe ninguna justificación para arrancar vidas por deporte, ni para usar perros como herramientas desechables. Ese despertar colectivo es nuestra esperanza: un faro que ilumina la oscuridad impuesta por la indiferencia", agregaba el manifiesto.
Reiteran su compromiso a no dar un paso atrás. "Cada ser tiene derecho a vivir sin ser perseguido. Porque cada ladrido, cada aullido, merece una respuesta que no sea el abandono ni la violencia. Porque romperemos esa cadena de muerte y, unidos, construiremos un futuro libre de caza y de crueldad. Este manifiesto es nuestra declaración de lucha inquebrantable. Alzamos la voz por los bosques, por los perros, por todas las especies silvestres que claman libertad. Seguiremos aquí, año tras año, hasta que en los campos solo resuene el canto de la vida, y no el eco de la muerte".
Concluía la lectura del manifiesto: "Alzamos la voz por los bosques, por los perros, por todas las especies silvestres que claman libertad. Seguiremos aquí, año tras año, hasta que en los campos solo resuene el canto de la vida, y no el eco de la muerte".