El alma festiva de Huesca se ha hecho presente en el Claustro de San Pedro con motivo de la presentación de las Mairalesas de 2025 del Barrio de San Pedro y la Catedral, que este año tienen único nombre, Ainara: Nueno Solano la mayor y Seral Piedrafita la infantil.
Una velada sabatina y calurosa dirigida por Julio Romero, con presencia de ediles de PP y PSOE encabezados por el primer teniente de alcalde, Ricardo Oliván, y la concejal de Participación Ciudadana, Susana Oliván, que han sido acogidos por la anfitriona, Violeta Gracia, presidenta de la Asociación de Vecinos del barrio.
Al grano, Julio Romero recalcaba que " no sólo conoceremos a nuestras mairalesas, representantes de la juventud en nuestro barrio, sino también a nuestros mayores, a los que han apostado por el comercio y por la rehabilitación en el barrio, en definitiva, la esencia de este barrio del Casco Antiguo".
Paso a paso, en primer lugar las importantes. Ainara Nueno Solano tomaba posesión de su sillón en el escenario de la mano de Iván Garrido Díez, tras imponerle la banda su predecesora de 2024, Lucía Romero Oliván.
A continuación, la mairalesa infantil, Ainara Seral Piedrafita, llegaba acompañada por su padre, Raúl Seral Maurel. Y, como es ritual, le ha colocado la banda su antecesora, Cristina Loriente Oliván.

LA CASA REHABILITADA
Una de las tradiciones es el reconocimiento a las familias que apuestan por la rehabilitación de viviendas en el Casco Antiguo, que en esta ocasión ha recaído en la familia Sada Casabón por su vivienda en la calle San Salvador, número 4, vía que en su tiempo fue conocida como la de las vírgenes en alusión a las santas Nunilo y Alodia, y también como la de San Salvador en remembranza de la donación de la primitiva mezquita al Monasterio de San Salvador de Leire por Pedro I después de la Batalla de Alcoraz.
En el número 6, una placa de cerámica explica que según una vieja leyenda fueron arrojados los restos incorruptos de las santas tras ser expuestos en el Cerro de las Mártires a la acción de las aves carroñeras. En medio de la noche del claustro, Julio Romero relataba que Oneca, reina de Pamplona, quedó conmovida por los hechos y decretó el traslado de las reliquias al monasterio de San Salvador de Leire.
Trasladándola a nuestros tiempos, Julio recordaba a las hermanas Raimunda, Josefina y María, las últimas en habitar el edificio, así como a la señora Pilar. Desde hace generaciones, ha pertenecido a la familia Casabón La casa ha sido restaurada por los Sada Casabón.

MARÍA BELLIDO, APUESTA POR EL CASCO
El Premio Imagen Comercio ha recaído en la Peluquería María Bellido, instalada en la calle Goya, un nuevo servicio que acrecienta la vocación terciaria en el Casco Antiguo, pródigo en comercio desde tiempos inmemoriales.
María Bellido nació en la Correría y ha abierto las puertas de su negocio el 3 de junio de 2024 atendiendo las sugerencias de sus clientas en su anterior destino en peluquería La joven María ha sido acogida con alborozo por parte de sus compañeros de comercio de calle y los vecinos.
UNA LARGA HISTORIA DE AMOR
María Victoria Bernet Sánchez y Antonio Piedrafita Arroyos llevan décadas protagonizando una función de "Love Story" en versión Casco Antiguo de Huesca. "Personas que no solo forman parte del barrio, sino que dan lo mejor, su esfuerzo y sus valores, y se convierten en parte esencial de su alma".
De María Victoria, incidía el conductor en sus padres, Miguel e Isidora, albañil él, ama de casa ella, en una familia numerosa con siete hermanos. Sus estudios en el Perpetuo Socorro en una infancia "sencilla y feliz". Su bautismo en San Pedro y la Primera Comunión en Santo Domingo. Sus estudios en el Pío XII y sus comienzos laborales con 12 años, con 14 en Pescados Claver y luego en Mantequerías Kesma. El sueldo iba íntegramente a parar a las arcas familiares hasta que se casó.

De Antonio Piedrafita, que vio su primera luz en la Plaza de San Pedro, en el Callejón del Cedro, exponía Julio Romero que su padre regentaba el reputado Bar La Flecha. Hijo de Antonio y Rosario, creció con sus hermanos y vivió en el Casco Antiguo hasta los 14 años. Estudió en Salesianos, una época en la que su familia vendía carne de oveja en su puesto en el Mercado Viejo. Ejerció de voluntario el servicio militar y, en la vuelta, obtuvo el título de profesor de autoescuela.
Pero, ¿cómo surgió el amor? Antonio y María Victoria cruzaban las miradas cuando iban en bicicleta al Pío XII. Con 18 años, se hicieron novios y disfrutaron del cine, de la discoteca y de aquellos regalices mojados en sidral mientras tomaban una gaseosa. Cinco pesetas y les sobraban. Es lo que tenía el carrito de chucherías de Sambao. Se casaron el 21 de julio de 1979, la primera boda en el Santuario de Salas, y habitaron la casa en la calle Aragón que todavía hoy es su morada. Fundó Antonio la Autoescuela Goya, aún activa, hoy en la Plaza de Santa Clara. Por cierto, su hija, Jenny, fue mairalesa mayor del barrio y Ainara Seral, la infantil de este 2025, es su nieta.
EL ALMA FESTIVA DE HUESCA
Ya acomodadas las mairalesas y la pareja distinguida, era el tiempo del discurso del mantenedor, Javier García Antón, presentado por Julio Romero con el fundamento de su realidad de que "los oscenses, como los de Bilbao, nacemos donde queremos". Enumeraba la llegada a Huesca desde su Navarra natal y su incorporación plena a todo su tejido social, cultural y económico. Sus 35 años y 9 meses en Diario del Altoaragón del que salió "atropellado" y los casi tres años felices en El Diario de Huesca, con Myriam Martínez, Mercedes Manterola, María José Sampietro y Adrián Mora. Julio Romero lo definía reiteradamente como "un equipazo, el mejor, una suerte para Javier", siempre presente en las actividades del barrio, multiplicándose sin reblar.
Javier García Antón ha querido definir el alma festiva de Huesca con la solidez de sus conocimientos que le llevaron a escribir el libro "Compromiso con Huesca" promovido por la Peña La Parrilla con motivo del 50 aniversario de las peñas. Se resume en esta fórmula: "El anhelo de disfrutar de unos días de convivencia, de confraternización, de júbilo, de expansión, de desprendimiento de las preocupaciones cotidianas para entregarnos en plenitud a la diversión, a la tradición, a la oración en libertad individual y a la cultura entendida como el conjunto de valores que configuran la personalidad de Huesca".
Partía en su documentación del primer Número Extraordinario de San Lorenzo de El Diario de Huesca, el 10 de agosto de 1908 (se cumplirán 117 años con la revista que prepara de más de cien páginas la cabecera heredada de aquella creación de Manuel Camo i Nogués), dedicado al periodista Miguel Moya, diputado en el Congreso a la sazón. En aquel escrito, se aprecian ya elementos comunes al San Lorenzo actual, como las tradiciones, la importancia musical en el programa, los Gigantes y Cabezudos o la gastronomía de pollo a la chilindrón o el melocotón con vino.
En un salto en el tiempo, transitaba el relato hasta 1955-56 y el alumbramiento de las peñas y, con ellas, "el modelo festivo actual", que no tiene otro artífice más que "Emilio Miravé Díez", concejal de Fiestas inspirado por los Sanfermines, que introdujo la uniformidad en blanco y verde además de apostar por programaciones ambiciosas con música puntera en España, los mejores toreros del momento, actividades deportivas envidiadas como el ciclismo o el motocross y una costumbre ya perdida: el Día de la Provincia, desaparecido del programa laurentino desde 2008 so pretexto de crisis económica. Su cabalgata con las presidentas de los partidos judiciales y las de los barrios de Huesca era un verdadero gozo.
Fue precisamente Emilio Miravé, cuya calle dedicada por su munificencia como regidor tiene fecha de caducidad en aras de la ley de memoria democrática, que no necesariamente la memoria democrática real, el que creó la figura de las mairalesas en 1970, en su época de alcalde, intento de atisbar una representación abierta en tiempos todavía de la dictadura. Las mairalesas sufrieron dos ataques en intentos de hacerlas desaparecer: en 1983 en crisis salvada por Enrique Sánchez Carrasco, y en 2015 con la irrupción municipal de partidos que reclamaban su supresión, al igual que los toros.
De esos dos anclajes históricos, 1908 y 1956, pasaba Javier García Antón a la irrupción de las fiestas del Barrio de San Pedro y la Catedral en 1979, promovidas por Carlos Jalle (su primer presidente de Comisión) y María Jesús Sanvicente al frente de un valeroso equipo completado por Yaqui Bergua, Gloria Fuertes, José Amador, Clemente Fumanal y Vicente Bernet.
En los albores del movimiento vecinal tras el advenimiento democrático, confluían personajes de la anterior etapa referida, como Federico Balaguer o Daniel Calasanz (mantenedor que también fue a la sazón), que aportaban su sabiduría a los primeros programas como lo hicieron leyendas como José Antonio Llanas Almudébar, entonces alcalde, Enrique Capella o Chulio Brioso y Mairal.
Aquella comisión estableció un triple "mandamiento" para el barrio:
1.- Que estas fiestas sean del agrado de todos y cuenten con vuestra total aprobación.
2.- Que jamás vuelvan a perderse nuestras Fiestas y se procure que sigan siempre la misma tónica de este año, o sea, que sean populares.
3.- Desearos de todo corazón que paséis muy felices y agradables fiestas de 1979.
Los tres deseos han sido cumplidos por la voluntad de generaciones de habitantes del barrio y de comisiones, por lo que el mantenedor concluyó con la renovación de estos mandamientos y dos vivas suaves, para no despertar a Alfonso el Batallador y Ramiro el Monje, a Huesca y al Barrio de San Pedro y la Catedral. Han sido secundados por el Claustro que, empero, ha sido menos comedido en la ovación -que ha sido otro denominador común toda la velada- que es al compromiso propio y al alma festiva oscense.
La Coral Osca Melódica ponía el colofón musical bajo la batuta de Andrés Sánchez Pérez. Seis piezas con inspiración en los valores humanos de responsabilidad en la relación entre las personas y con la naturaleza. En tan espectacular entorno, sonó celestial y pegada al terreno. Una forma ideal de comenzar las fiestas del Barrio de San Pedro y la Catedral. Que vivan y que las vivan con mucha alegría.
(*DISCURSO COMPLETO DEL MANTENEDOR EN PDF A PIE DE ARTÍCULO)