Procesión del Cristo de los Gitanos en Huesca, el embrujo cristiano que nadie quiere perderse

Miles de personas acompañan el desfile en el que se suceden silencio, oración, saetas y espectaculares "levantás"

14 de Abril de 2025
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Procesión del Cristo de los Gitanos, el embrujo de una noche imprencindible

La Procesión del Cristo de los Gitanos es la demostración de los buenos principios de la Semana Santa Oscense. Después de la soleada expresión con tono infantil -dejad que los niños se acerquen a mí- del Domingo de Ramos, cierra en la noche la espiritualidad vestida de tradición de la Procesión del Cristo de los Gitanos. En llegando los gitanos, 600 años en España mediante, emerge el embrujo en su acepción de fascinación, atracción misteriosa y oculta.

Es lo que sucede a miles de oscenses a acompañar a la Cofradía en un desfile que arranca significativa y simbólicamente con la apertura de las puertas de la Catedral, que es la invitación a los cientos y cientos de personas apostadas en la plaza a que esperen con respeto y veneración al Cristo de los Gitanos.

Emerge el paso en madera policromada de estilo artesano de la escuela Española-Aragonesa, que epresenta el momento en el que Jesús, de pie, azotado, coronado de espinas, con las manos atadas y portando una caña como cetro, es sacado y mostrado por Pilato a la muchedumbre.

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Ahí mismo, como los toreros reciben a porta gayola, como los gitanos miran a la vida, brota el baile y emerge el cante poderoso que rasga el firmamento nocturno, con quejío que acompaña el padecimiento del Jesús que aceptó convertirse en carne mortal para redimir a la humanidad. Los tormentos son enjugados con la "esponja" de la oración de gitanos y payos en comunión.

Todos esperan y, entre ellos, las autoridades. La alcaldesa, Lorena Orduna, con el séquito de concejales de PP y PSOE. El general de División Luis Francisco Cepeda. El teniente coronel José Enrique Cordobés, y naturalmente la representación eclesiástica. Y la máxima, el prior José Manuel Giménez, el que celebra con todos sus compañeros la mayoría de edad de la Cofradía, y es que este 2025 cumple dieciocho años desde su irrupción en 2007.

La procesión, acompañada por representación de todas las cofradías de la Semana Santa oscense, transcurre entre respeto, oraciones y las interrupciones que acreditan la creatividad del pueblo gitano. Por la calle Las Cortes, San Salvador, la travesía Mozárabes, la plaza de Los Fueros de Aragón, las calles Santo Justo y Pastor, la calle Desengaño y Doña Petronila para retornar por las Cortes y nuevamente hasta la seo. Nombres propios de la historia de Huesca y de la humanidad.

Con "levantás" espectaculares, imprescindible las dedicadas a los que oran por ellos desde allí arriba. Manuel enumera: "Primera, la prima Estrella, el primo Joaquín, el Rubi, el Pollico, el Santicos, el Miguelín, la Ana, la tía Reineta, el tío Molotes, el Pachán, el Negrito... Todos los primos, tíos que faltan y siempre nos acordamos de ellos. Va esta levantá tan especial por ellos. Por los fallecidos". Y a la firmeza del prior responden una enorme ovación, el redoble de tambores y la saeta. Expresión pura, religiosidad propia exterior y hacia adentro.

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