Más de cuarenta mujeres provenientes de diversas localidades de Aragón protagonizaron el pasado fin de semana el quinto Encuentro de Mujeres Vecinales de Aragón, celebrado en Ayerbe. Bajo el lema “Redes de apoyo. Nosotras nos cuidamos.”, esta cita consolidó un espacio imprescindible de reflexión, cuidado mutuo y construcción comunitaria en el ámbito del feminismo rural.
El encuentro comenzó el viernes con una cálida recepción y cena colaborativa “de traje” en el pabellón municipal, gesto simbólico de generosidad y cooperación que marcó el tono solidario que acompañó toda la programación.
El sábado por la mañana, las asistentes fueron recibidas en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Ayerbe, donde representantes del Ayuntamiento -con el alcalde de la cabeza, Antonio Biescas-, de Cava Aragón y de Micelio Rural ofrecieron la bienvenida oficial y presentaron el programa.
La jornada se enriqueció con una profunda mesa redonda sobre “Las violencias institucionales”, en la que Alma María López, Irene Abad y Alexandra Aruncuteán aportaron análisis valientes y necesarios sobre las múltiples violencias que aún afrontan las mujeres en la vida cotidiana.
Por la tarde, se pusieron en valor diversas iniciativas que ejemplifican redes de apoyo en acción, como el influyente podcast “Locas, ¿de qué?” y la intervención de Inés Castán, que presentó el proyecto Aragón Contra las Cuerdas. Estas experiencias demostraron que la organización femenina es semilla de alternativas creativas, rebeldes y fundamentadas en el cuidado mutuo.
La jornada culminó con una cena organizada por Micelio Rural, que cerró un día con un gran ambiente.
El domingo, las participantes disfrutaron de un paseo por los alrededores de “La Fontaneta”, admirando el paisaje natural de Ayerbe, para luego reunirse y reflexionar colectivamente en torno a la pregunta ¿Qué nos une? Temas como migraciones, ruralidades, maternidades, salud mental, feminismos, deseo y resiliencia surgieron en un diálogo enriquecedor.
El encuentro concluyó con un photocall rural cargado de sonrisas y abrazos, seguido de un picoteo que, aunque supo a despedida, también fue promesa de un próximo reencuentro.
Desde Cava Aragón, entidad responsable de la difusión, valoran este encuentro como mucho más que una reunión anual: un espacio donde el feminismo rural se materializó en palabra, cuerpo y abrazo; donde el cuidado se erigió en acto político y la sororidad se consolidó como red real y vital.
Cava Aragón ha expresado su agradecimiento sincero a todas las mujeres, ponentes y colaboradoras que participaron, y al pueblo de Ayerbe por su cálida acogida y compromiso con esta iniciativa. La red sigue tejiéndose.