¿Y si lo mejor de tu vida estuviera sucediendo ahora? Sé luz para quien más amas. La pregunta y la respuesta que se han convertido en hilo conductor del taller del educador y orientador Ricardo Gay Férriz para la Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad (Frater Huesca) en el Hotel Abba Huesca, donde el aire que ha circulado ajeno a la tórrida mañana oscense ha sido acondicionado para la inspiración.
Ricardo Gay, coordinador del Grupo de Estudios para la Formación de Moderadores de la Federación Internacional para el Desarrollo Familiar, director de colegios y consultor educativo, entre otros hitos de su copiosa biografía, ha sido presentado por José Encontra en nombre de Frater Huesca en presencia de su presidenta, Rosa Ana Pérez Marsó, para explicar también la realidad de una organización que pretende vivir y hacer vivir a sus socios bajo la trinidad de la "alegría, la fe y la esperanza". Todo el esfuerzo va encaminado a este estado mediante la convivencia, las actividades de pintura, de cocina o de risoterapia y la formación para acompañar el sentido de la discapacidad desde una perspectiva cristiana.
El conferenciante ha reconocido cierto vértigo que motivó dejarse seducir por la tentación de negarse a esta actividad, pero posteriormente reconsideró su postura con la idea de "aprender juntos. Todos vamos a ser conferenciantes, quiero que sea un coloquio y que haya participación, que sea un tiempo de pensar juntos. Aquí nadie tiene razón, cada uno tiene sus razones, su experiencia".
De hecho, ha iniciado la actividad excitando la memoria de hechos tristes y jubilosos, que han ido desde el abrazo de madre al nacimiento de niños pasando por la vocación docente, la afición a la montaña, el fútbol o la convivencia con personas. Todas las vivencias tienen un denominador común que han respondido los asistentes: "Es el amor".
En los turnos de intervenciones, han aflorado los motores de la existencia con una postura generalizada: las gracias a la vida. En unos casos, por la familia y la ayuda a los refugiados, en otros en su faceta de educador, en el caso de un gran discapacitado durante 50 años el gran choque se ha combatido con "fe, familia y Frater", y una presente ha establecido su gran felicidad, simple o complejamente, en el "agradecimiento a Dios por ser creyente".
Ricardo Gay ha reflexionado tras estos testimonios: "Hay razones para celebrar la vida. Hay mucha gente sola hoy", a lo que una socia de Frater ha considerado que cuando más sola se ha visto es cuanta más gente ha tenido alrededor, y es por "la falta de amor y comprensión". Otra ha asegurado "que nunca me siento sola gracias a haber superado las adversidades".
El formador ha hecho sonar la canción "Soy minero" de Antonio Molina y la declaración más impactante: "Yo no maldigo mi suerte porque minero nací". Hasta tal punto alcanza esta profesión de fe que no tiene miedo a morir. Reiteración de la conclusión, con mayúsculas: "HAY RAZONES PARA CELEBRAR LA VIDA".
A partir de ahí, una sucesión de preguntas. Una: "¿Quién eres? Soy yo. Soy único. No ha habido ni habrá nadie como yo. No tiene precio, es una joya". Y una complementaria para establecer una comparativa material: ¿Cuánto vales? Un diamante y una punta de lápiz, su grafito. El uno costoso. El otro asequible. Consideraciones y discrepancias en torno a la semántica del valor. Y una incorporación en sentido orteguiano: "Yo soy yo y mis circunstancias. Si no las cuido a ellas, no me cuido yo".
Un impactante video de una familia oriental ha disparado la máquina de fabricar reflexiones, la primera que las perrsonas libres son más íntegras. Y ahí ha abundado Ricardo Gay en la asertividad, que implica "ser humilde para no imponer, tener la certeza de algo y decirlo sin exigir a los demás".
Una dinámica con dos madejas de lana, roja y verde, y otra con una silla vacía sobre la que se han depositado pensamientos ha suscitado la metáfora de la posibilidad de llenar la oquedad existencial con nuestra luz. "Sois luz para quien cree que está solo y no lo está, aunque muchas veces se sienta solo. A veces nos sentimos tan mal que no vemos la luz y somos la silla vacía. No somos necesarios para nadie... y es mentira. Aunque estés con tu luz apagada, somos luz".
Un nuevo juego con una bebida de cola y una botella de agua ha sido la secuencia posterior a la pregunta "¿y si lo mejor de tu vida estuviera sucediendo ahora". La de cola impide la transparencia para ver a los demás, se convierte en espejo de la soledad al albur de las tentaciones y de las superficialidades con las que se llena fatuamente el corazón. "Cuando más necesitado estoy de los demás, más valor tiene mi vida para ellos". Cada vaso representaba el corazón propio.
La segunda parte del video de la familia que había caído en un drama por las adicciones del hijo refrenda que "la necesidad ha hecho grande a la familia". Y la conclusión: "Sois un tesoro para los demás. Nuestra presencia es luz, es la red que nos ayuda".
El taller ha concluido en el jardín del hotel, con una serie de globos asidos por la red de lana tejida que han sido soltados. "Al final, ¿a dónde vamos a ir a parar? Al cielo. Ahí va vuestro testimonio, para vuestras familias y para vuestros hijos. Ahí vais vosotros. Sois necesarios. Vuestra vida tiene sentido, independientemente de como estéis. Desde lo alto, estáis alumbrando a toda Huesca. ¡Felicidades!"