La romería a la Virgen de la Jarea de Sesa ha congregado a la localidad anfitriona y a los pueblos de Salillas, Fraella, Tramaced y Piracés, en una acción de gracias que se repite año tras año desde hace 375 años, con el origen en la milagrosa salvación de estos lugares de la terrible peste que asoló a buena parte de la provincia.
Fue en 1648 cuando decidieron venerar a la Virgen de la Jarea en agradecimiento por su intercesión para librarse de la brutal enfermedad.
A las once de la mañana, el Ayuntamiento de Sesa que preside Sonia Blanco y el sacerdote José María Alonso han salido a recibir a los pueblos a la carretera con el estandarte de la localidad. Los acogidos portan bandera y cruz que les identifica. Se recorre la distancia hasta la ermita donde a las 12:30 se celebra la Santa Misa.
El colofón, como todas las romerías, es gastronómico, y es que Sesa prepara un aperitivo que disfrutan los cientos de vecinos de los cinco pueblos que se congregan para gozar de la jornada que mantiene un hermoso equilibrio entre lo religioso y lo lúdico.
En esta ocasión, el Ayuntamiento de Sesa ha entregado un cuadro a cada pueblo como agradecimiento por la tradición de acudir a la romería de acción de gracias a la Virgen de la Jarea desde 1648.