Tomás Cobo: "Es necesario un pacto de Estado para sostener nuestro modelo sanitario, clave de la justicia social"

El presidente de la Organización Médica Colegial de España asiste este miércoles a Huesca para celebrar el Día de la Atención Primaria

11 de Abril de 2023
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Tomás Cobo
Tomás Cobo

El presidente de la Organización Médica Colegial de España,Tomás Cobo Castro, considera que es urgente y "esencial" que se firme un pacto de estado que armonice los 17 sistemas autonómicos de salud, así como una hoja de ruta para que, entre todos, políticos, profesionales y la ciudadanía, se pueda sostener el modelo actual, "clave de la más elemental justicia social". Para ello, considera, "habrá que emprender medidas que quizá en algún momento sean impopulares".

Cobo asistirá este miércoles 12 de abril a la ciudad de Huesca, para participar en la celebración del Día de la Atención Primaria, donde se rendirá también homenaje a Esteban Sanmartín Sánchez por su compromiso con el Colegio de Médicos. El acto, que comenzará a las 18:00, en el Colegio oscense, contará también con la presencia de Hermenegildo Marcos Carreras, vocal nacional de medicina rural de la Organización, y el presidente de los médicos oscenses, José María Borrel.

Antes de su llegada, hemos podido entrevistar a Tomás Cobo, que ha expresado su opinión sobre todos los asuntos que le hemos planteado y no ha ocultado su preocupación por la deriva del Sistema Nacional de Salud.

P: ¿Qué destacaría en el Día de la Atención Primaria?

R: Si hay un pilar esencial en el conjunto del Sistema Nacional de Salud es la Atención Primaria, y es importante que la Atención Primaria y la Atención Hospitalaria, en vez de caminar de manera divergente, lo hagan de manera convergente. Esa comunicación es absolutamente esencial para la eficiencia de nuestro modelo, que es el universal, público y gratuito

P: ¿Hay o no hay médicos suficientes en España?

R: No se puede hablar de falta de médicos en general. Hay especialidades en las que faltan y hay otras en las que no son tan necesarios.  Necesitamos un registro de profesionales, que deberíamos elaborar entre el Consejo General y el Ministerio de Sanidad.  Sabemos que hay déficit en Atención Primaria, Pediatría y Anestesia. Hay otras como Cirugía Torácica, Cirugía Cardiovascular, o Cirugía Vascular en las que no hacen falta más. Me consta que se están haciendo todos los esfuerzos para llegar a tener un registro conjunto.

"La precariedad, los salarios y la falta de tiempo para formación", las tres brechas del sistema

P: ¿Se les está ofreciendo a los médicos unas condiciones laborales, económicas y personales idóneas?

R: Esto es un poco un mantra. Los datos que tenemos en la Organización Médica Colegial indican que, realmente, se van muy pocos médicos fuera de España en este momento, no serán más de 300. El Sistema Nacional de Salud tiene, en cuanto a la profesión médica, tres brechas, que son la precariedad laboral -el 50% de los médicos-, los salarios son inferiores a los de nuestros compañeros en Europa y la falta de tiempo para la formación médica continuada. Si estas tres brechas siguen acuciando a nuestro sistema, todo lleva a pensar que las nuevas generaciones de médicos,  en las que el idioma ya no es un problema y las distancias se han acortado muchísimo, buscarán oportunidades en un entorno que le ofrezca un contrato más estable, más dinero y más tiempo para actualizar sus conocimientos. Es lógico pensar que, progresivamente, se nos marcharán más médicos jóvenes fuera.

Tomás Cobo
Tomas Cobo.

P: Usted insiste en la importancia de un pacto de Estado

R: La falta de armonía entre unas comunidades autónomas y otras, entre unos servicios de salud autonómicos y otros, que compiten por ofrecer ventajas laborales dentro del mismo Sistema Nacional de Salud, hace que insistamos en la necesidad de que haya un pacto de Estado, liderado desde el Ministerio, con los dos partidos mayoritarios de la nación de acuerdo, para sostener el modelo que tenemos, universal, público y gratuito, que es el mejor regalo que se ha hecho España a sí misma en los últimos cien años. Siendo la justicia social y la educación absolutamente esenciales, sin salud no hay absolutamente nada. Habrá que emprender medidas que quizá en algún momento sean impopulares pero que conseguirán el sostenimiento de nuestro modelo como pilar de la justicia social.

P: ¿A qué medidas se refiere?

R: Tenemos 17 sistemas autonómicos de salud que sostienen nuestro modelo. Mientras esa organización sea divergente y no nos pongamos de acuerdo a través de un consenso, será difícil que seamos capaces de seguir sosteniéndolo por mucho tiempo. ¿Cómo puede ser que un profesional médico que trabaja dentro del mismo Sistema Nacional de salud cobre cinco euros más la hora que otro, asumiendo exactamente las mismas responsabilidades con un enfermo, pero que en vez de ser de una región sea de otra? No solo eso, la cartera de servicios en los diferentes sistemas autonómicos no es idéntica, en una se ofrecen servicios que en otras no. El consejero de una de las autonomías de España decía que él competía ofreciendo mejores contratos a los médicos,  pero eso es una competencia, de alguna forma, desleal. En el mismo sistema, todos deberíamos de tener las mismas oportunidades en las mismas relaciones contractuales.

P: ¿Con qué otros problemas se encuentran?

R: Siendo importante que la relación médico paciente sea lo mejor posible, y a eso sin ninguna duda contribuye la lengua, no puede ser que se priorice de tal manera, como ocurre en algunas comunidades autónomas. Te encuentras con gente que sabe el idioma, pero no demasiado de la especialidad y otros que saben mucho de la especialidad pero no saben el idioma. El presidente anterior de la Organización Médica Colegial de España, Serafín Romero, que por cierto lo hizo muy bien, presentó en el parlamento de la nación, en la Comisión de Reconstrucción Nacional después de la pandemia, 45 medidas que aprobaron la mayoría de los diputados y ya tenían que ser ejecutivas.  Pues hasta hoy.

"Debemos estar muy preocupados por nuestro sistema de salud, necesita más presupuesto y eficiencia"

P: ¿Cómo de preocupados debemos estar por el deterioro de nuestro sistema de salud?

R: Debemos estar preocupados sí, muy preocupados. El modelo, de entrada, necesita más presupuesto y una optimización de la eficiencia. También hay que explicar que la equidad en la atención sanitaria no significa la inmediatez. Se pueden tener los mismos derechos pero es imposible que todo el mundo reciba la atención con la misma velocidad, porque existe una dispersión geográfica. No todo el mundo puede tener un hospital a dos metros de su casa. También hay que reflexionar sobre esto.

P:  ¿Cómo ha influido la pandemia en esta situación?

R: La pandemia ha agravado una serie de cosas y sobre todo ha minado mucho la capacidad de trabajo. El 50% de los médicos confiesa que tiene el síndrome de burnout ("síndrome del trabajador quemado") y el 33% dice que, si pudiera, se jubilaría. A eso hay que añadirle que las agresiones han aumentado un 38% en España y eso genera mucho desánimo, fumiga el entusiasmo. Pero un informe elaborado hace 30 años ya venía indicando cuáles serán los problemas de nuestro sistema sanitario, es decir, que no es algo nuevo.

P: Cuál es la relación que debe haber entre la sanidad pública y la privada

R: Llevan conviviendo muchísimo tiempo, de hecho, un 33% de la asistencia sanitaria depende de la sanidad privada. Hay una demonización de la sanidad privada, pero juega un papel esencial actualmente y lo lleva haciendo desde hace muchos años. Lo que hay que hacer es identificar problemas y buscar soluciones,  ver de qué manera somos más eficientes trabajando en conjunto y sin esa demonización política de la privada ni esa glorificación de la pública. Es el sistema el que tiene que gestionar nuestro modelo y lo que de verdad tenemos que sostener es el modelo como pilar de la justicia social. Fíjate todas las mutualidades que tenemos de funcionarios, todos están atendidos con este modelo universal, gratuito y público, pero con una asistencia en un entorno privado a través de las compañías. Tenemos que buscar la optimización de ese engranaje pública-privada en beneficio de nuestro modelo y de la asistencia universal.

P: ¿Y qué papel debe jugar la ciudadanía en el sostenimiento de nuestro modelo sanitario?

R: Todos tenemos nuestra parte de responsabilidad. Puede colaborar con el uso adecuado de los servicios que se le ofrecen y el conocimiento de lo que hay.  A veces los políticos generan unas expectativas sociales que no son reales porque no se adecuan a los recursos que tenemos. Hay un problema de demanda y una serie de recursos que son limitados, por ejemplo, las listas de espera quirúrgicas. Eso genera frustración y como consecuencia influye en parte en el aumento de las agresiones, porque normalmente los interlocutores directos con el paciente somos los médicos y, en muchas ocasiones, el desencanto y la inquietud desemboca sobre nosotros.

P: ¿Hemos aprendido algo de la pandemia, nos serviría esta experiencia para situaciones similares futuras?

R:  Hemos aprendido una cosa muy importante y es que nuestro modelo ha aguantado el impacto. En términos deportivos, diríamos que en la fase de defensa, antes de que llegaran las vacunas, cuando apenas teníamos recursos materiales para protegernos ni para nada,  aguantamos el impacto y lo conseguimos básicamente por una razón, porque el liderazgo clínico fue ejercido por los médicos,  sin duda alguna con el apoyo total, hombro con hombro, de nuestra profesión hermana que es la enfermería.  Hubo una inversión de órdenes. Las órdenes venían de abajo, de los que estábamos en trinchera, que les pedíamos a los directores médicos y a los gerentes, que tenían plena disposición para ayudarnos, lo que necesitábamos. Y ellos se pusieron de manera eficaz a proporcionárnoslo.

"La vacunación en la pandemia fue un absoluto éxito de nuestro modelo"

P: ¿Cómo evolucionó después?

R:  Después pasamos a la fase de ataque, la de las vacunas, y hay que decir que España estuvo en el top de los países más importantes del mundo. Hubo algún país pequeño que lo hizo mejor que nosotros en tasas de población, como Israel, pero estuvimos al nivel de países como Francia, Alemania, Inglaterra o Italia. Tuvimos un 90 % de vacunación sobre todo en la población más afligida, que son los mayores de 65 años, en un tiempo récord. Y eso es un absoluto éxito de nuestro modelo y de nuestro sistema también, porque quizás por esa capitalización que tenemos, con 17 servicios autonómicos de salud, fuimos capaces de llegar a tan gran población.  Y eso salvó miles de vidas.

P: ¿Y cuando finalizó la pandemia?

Cuando hemos vuelto otra vez a "la vieja anormalidad", otra vez se han invertido las órdenes. Vuelven a salir desde arriba, desde la Consejería, pasando a los directores generales, de ahí a los directores médicos y a los gerentes, hasta abajo, las trincheras. Y una vez más, cuando llegan las órdenes a los que estamos trabajando, es imposible, no se puede hacer. Me refiero, por ejemplo, a las listas de espera. ¿No será mejor que volvamos a la normalidad que tuvimos durante la pandemia dentro de la crisis, en la que vosotros escuchabais lo que os decíamos y en base a la realidad se establecían estrategias? Pues no, hoy volvemos a "la vieja anormalidad".

 UMB4629 (002)

P: ¿Qué es eso del sistema complejo adaptativo?

R: Los gerentes, para intentar entender cómo fuimos capaces de superar la pandemia, cómo fuimos capaces de generar unidades de alta especialización en poquísimo tiempo -unidades de cuidados intensivos, unidades de reanimación, unidades de alta dependencia-, le llamaron Sistema Complejo Adaptativo. Ellos lo único que hacían era proporcionarnos cosas y buscar material, no participaron directamente de esa estrategia, y le llaman sistema complejo adaptativo porque, básicamenre, no entienden cómo fuimos capaces los profesionales de ponerlo en marcha sin ellos.

P: ¿Cómo motivar a los sanitarios para que trabajen en el medio rural, en una provincia como la de Huesca?

R: A esto sí que se tienen que dedicar los gerentes y generar ideas para que esas plazas sean atractivas. Pero no pueden ser ocurrencias de un consejero en un momento determinado, tienen que ser medidas armonizadas en todo el territorio nacional. Por ejemplo, a la gente que vaya a un área dispersa, que se le ofrezca una calidad de vida determinada, una vivienda,  un contrato estable durante tres años, una seguridad de que a los tres años va a poder acceder a un hospital o a un centro de salud más grande, un tiempo de formación continuada adecuado... Hay cantidad de cosas que se podrían ofrecer, que no necesariamente pasan directamente por el dinero.

 

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