Veinte niños y niñas del Movimiento Junior de Huesca han dejado un hermoso mensaje a la sociedad tras reflexionar durante los días 8 a 15 de julio y madurar sus conclusiones. Acompañados por
sus educadores, disfrutaron de sus colonias de verano en El Run, en pleno corazón del valle de Benasque. Como cada verano, gozaron de unos días en los que se reencontraron los diferentes
grupos que están en activo a lo largo del curso, además de otros niños que aprovecharon para conocer este movimiento de iglesia en estos días estivales.
Estas colonias, que van más allá de los juegos, las canciones, las veladas o las excursiones, tuvieron como tema central el diálogo con personas de diferentes etnias, culturas y religiones. Esta propuesta surgió a partir del trabajo que los grupos del Junior hicieron a final de curso con el motivo del Sínodo propuesto por la iglesia católica y que tiene como lema “Por una Iglesia Sinodal: Comunión, Participación y Misión”.
En este trabajo previo al campamento, los niños de Huesca y Ayerbe compartían sus experiencias sobre el diálogo con personas de otras etnias, culturas o religiones en sus ambientes: en la escuela, en la familia, en el barrio…
Ya en El Run, y siguiendo la metodología de la Revisión de Vida, particular de la acción católica, los grupos analizaron diferentes hechos que ellos mismos habían vivido sobre la interacción con personas de otras culturas o religiones, incluyendo todos los prejuicios y estereotipos que interfieren en estas relaciones. Por otra parte, extrajeron las causas de, sobre todo, el no diálogo con personas de diferente índole: por presión social, por desconocimiento, por desigualdad o por la educación que recibimos, entre otras. También sacaron a relucir las consecuencias, como pueden ser la generación de conflictos o la vulneración de los derechos humanos.
Además, contrastaron estos hechos con diferentes voces que han vivido o viven esta desigualdad por ser de otra religión, etnia o cultura. Tampoco podía faltar la confrontación con el Evangelio y la actitud de Jesús. Todo ello les condujo a realizar un compromiso personal que les permita actuar en sus ambientes desde lo más sencillo: acercarse a un compañero de clase que es de otra religión, conocer a los niños del pueblo que son de otras culturas…
Este será el punto de partida para el Junior en este curso que empezará el 30 de septiembre con un encuentro de todos los grupos. Además de los compromisos personales nos marcaremos una acción común en torno al tema del “diálogo entre culturas y religiones” que, junto a la planificación propia de cada grupo, nos reforzará en la línea de seguir transformando, desde la infancia, este mundo.