La Plaza de las Culturas de Huesca se convirtió este jueves en un lienzo vivo donde la creatividad y la comunidad se fundieron en un nuevo acto enclavado en la segunda edición de Barriofest. Bajo las indicaciones de Edgar Camarero, también conocido como "Gozas", se llevó a cabo un proyecto de mural colaborativo, muy bien acogido por el vecindario.
El concepto era simple pero poderoso: cada individuo tenía la oportunidad de plasmar su propia imagen en el mural, eligiendo su postura y añadiendo los detalles que reflejaran su esencia. "Se trataba de que cada uno se pintara a sí mismo de la manera que quisiera, eligiendo su propia posición", explica Gozas.
Pero la verdadera magia radicaba en el proceso de colaboración: mientras uno se pintaba a sí mismo, otros iban silueteando a su alrededor, creando una red de conexiones visuales que simbolizaban la interdependencia y diversidad de la comunidad.
Una vez que cada participante tenía su silueta, comenzaba la fase de rellenarla con los colores y accesorios que más les representaran. Así, la plaza se transformó en un festín de tonos y formas, donde la individualidad se fusionaba con el colectivo en una sinfonía de creatividad.
El resultado, un mural multicolor, al que todavía se le imprimirá un nuevo toque, se repasará el fondo del mural para darle "nitidez y cohesión".
Gozas agradece al proyecto Crece de Cruz Roja Huesca su patrocinio de las pinturas, para hacer realidad esta iniciativa comunitaria.