El Viñedo disfruta de una romería inolvidable con las 12 cruces como símbolo de amistad, unión y alegría

Multitudinaria asistencia de fieles de todos los pueblos e ingeniosa homilía protagonizada por Rafael Samper: "Que no arranquen más las cepas, no tengan tan mala uva"

01 de Mayo de 2025
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Romería a la Virgen del Viñedo con un ambientazo espectacular

"Ya que constante os venera

el Abadiado, obsequioso, 

haced que sea dichoso

en su triste hora postrara,

y con tu Hijo medianera

sednos, Reina Virginal"

Están los Gozos de Nuestra Señora del Viñedo repletos de devoción, de fe y de cuitas humanas, algunas dramáticas, muchas milagrosas, algunas legendarias y, en todos los casos, ingeniosas para convertir la realidad en copla. Diecisiete piezas repartidas entre los asistentes a la Santa Misa en un día muy especial.

Multitudinaria y entrañable, así es la Romería a la Virgen del Viñedo. Es como si los amigos se multiplicaran al ritmo del milagro de los vinos y los peces, con la apertura total a doce pueblos convertidos por obra y gracia de la Virgen en auténtica comunidad simbolizada en las cruces que, a las 11:30 horas, se encontraban para realizar el primer peregrinaje hasta la ermita, olivos en el camino en fincas ya ocupadas por multitud de romeros preparando la brasa, las mesas y las neveras para gozar de una maravillosa jornada.

Las cruces de Castilsabás, de Santa Eulalia, de Ayera, de Loporzano, de Sasa del Abadiado, de Chibluco, de Sipán, de Barluenga, de Almunia del Romeral, de San Julián de Banzo, de Bandaliés y de Loscertales han marcado su ritmo hasta el templo, en una mañana bonancible en lo climatológico, en la que ha resonado la voz joteramente tronante de Rafael Samper, acompañado de Antonio Romero. Para iniciar la liturgia, la ermita ya rebosaba de feligreses, en primera fila con el alcalde, David Suelbes, de anfitrión del secretario primero de las Cortes de Aragón, Gerardo Oliván, y del diputado de Obras, Álvaro Bescós, además de representación de la Cofradía de la Virgen del Viñedo presidida por Guadalupe Martínez, que por cierto ostenta idéntico cargo en la Cofradía del Santo Cristo de los Milagros de Huesca, por lo que ha hecho "doblete" con Loreto.

Organizada con detalle la jornada por el Ayuntamiento y la Cofradía, el resto corre de la mano de un sacerdote tan talentoso y tan dotado para orar en profundidad y para alegrar la vida de sus fieles como es Rafael Samper. Acompañado por los Amigos de la Hoya, jota elevada a oración que a coro o con solistas se han empeñado en elevar las más hermosas plegarias a la Virgen del Viñedo, el padre Samper ha pronunciado una homilía repleta de amor a la Virgen a la que ha pedido que ayude a todos y dote de esperanza.

Ha puesto la nota de humor al final de la celebración recordando aquellos tiempos en los que se plantaban cepas que han dado paso, sin embargo, al olivar. "Aquí se llama la Virgen del Viñedo, pero no hay viñas, desaparecieron. Entonces, pusimos 160 cepas por aquí. No he visto ninguna plantada más, pero alguna menos sí. Yo creo que no llegamos al centenar". Y por eso ha lanzado un mensaje en forma de jota: "De parte de la Virgen pura/ una jota he de cantarles/ de parte de la Virgen pura/ que no arranquen más las cepas/ no tengan tan mala uva/ no tengan tan mala uva/ una jota he de cantarles". Y, claro, la iglesia ha prorrumpido en un aplauso acompañado de carcajadas.

Pasadas la una y media del mediodía, la arraigada Procesión de la Virgen del Viñedo, circular hasta retornar hasta la ermita con la sonrisa y la satisfacción del deber cumplido. La parte religiosa ha concluido con el Salve Regina a coro dirigido por el padre Samper. Y ya era el momento de dirigirse al exterior, donde había brindis en la barra y, sobre todo, aroma prometedor a brasa y mucha hospitalidad, porque la gente de los doce pueblos, si por algo se caracteriza, es por su personalidad acogedora.

La jornada se ha completado con la exposición en el Molino de Aceite y la buena música del Grupo Palenzuela a partir de las 18 horas en la plaza del santuario. Ora et labora, pero también disfruta. Un año por delante para organizar la siguiente que, será, si cabe, todavía más gozosa.

"Muchas gracias otorgáis,

grandes milagros hacéis,

de peligros defendéis,

a nadie amparo negáis,

y de todos os mostráis

protectora universal"

Y tras el gozo, el estribillo: "Con todo humano mortal/os mostráis muy dadivosa, / Virgen del Viñedo hermosa, / líbranos de todo mal". Hay que aprendérselo, como espeta Rafael Samper. En 2026, una nueva oportunidad para afinar coralmente.

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