Con la ilusión de cumplir las bodas de plata en 2025, es decir, otras tantas estancias, un grupo de profesionales vinculados a la City londinense acaba de terminar un itinerario de tres intensos días en el Alto Aragón, en las comarcas de Ribagorza y Somontano. Se trata de un grupo de amigos y colegas que promueve desde el 2000 el abogado Antonio Irastorza y que cada año añade nuevos atractivos al grupo.
El italiano Andrea tiene 33 años y su recuerdo este año será para la subida al Cogulla, con abundante nieve. “Huesca me encanta, es un área limpia con respeto hacia la naturaleza”. Trabaja en la Policía Metropolitana de Londres, donde dirige el área de equipamientos.
El sevillano Perico Ortega es la segunda edición que vive, y acusa el cansancio tras la ruta de BTT entre Muro de Roda y Cajigar, de 27 kilómetros y mil metros de desnivel. “Hemos visitado también la Bodega Aldahara, en Estadilla”. Un balance que comparte Elías Díaz Sesé, oriundo de Albelda, Tamarite y Barbastro, y que es inversor en empresas de restauración.

El rafting en el Ésera desde Campo o el barranquismo en Guara han sido dos platos fuertes este año, a lo que se suma la plegaria en el santuario de Torreciudad, paso previo a la visita de Barbastro, con cena en “La Frutería El Vero”.
Antonio del Valle, ingeniero de Caminos en Málaga, es un enamorado de Benasque y Cerler. “Veo -nos dice- un territorio con muchas posibilidades de promoción sin masificación”. La nieve impactó mucho al inversor en Banca nigeriano Peter Ocheja, que se desplazó desde Lagos y aprovechará para trabajar unos días en Londres. “Me gusta mucho -señala- el silencio en una naturaleza muy cuidada, la paz y la tranquilidad que tiene esta tierra”.
La visita a los GREIM de Benasque y Escuela de Montaña fue uno de los impactos más fuertes en este grupo autodenominado como los “Lions of the Pyrenees”, y que han visitado El Grado, Barbastro, Graus, Estadilla, Torreciudad y Alquézar.

Los participantes procedían en su mayoría de Londres, con otros de Polonia, Nigeria, Alemania, Suiza, Austria, Francia, Rumanía, Moldavia, España e Italia. El programa incluyó deporte, patrimonio, naturaleza y la gastronomía.
Benoit Glenat es francés y destaca “cómo el Alto Aragón supone unos retos deportivos y un aliciente que supera el deporte, porque tiene mucho de cultural y patrimonial, con una naturaleza que te ayuda a superarte, porque te plantea retos exigentes. Vale la pena repetir, para mí es una cita anual necesaria y que potencia el espíritu”.
Los participantes hicieron senderismo desde Sierra Negra al Pico Cogulla, una jornada en Guara y bicicleta en Roda y Col del Vent. El grupo incluyó también una jornada en el IESE (Barcelona), con un caso de estudio sobre Amazon. El líder del grupo, Antonio Irastorza, explicó el origen “al venir varias veces al santuario de Torreciudad y comprobar las enormes posibilidades que hay en su entorno, con fácil desplazamiento internacional vía Barcelona”.
