La Semana Santa llena a rebosar la hostelería de la provincia

Las capitales con distintivo de interés, las comarcas pirenaicas, Guara y todos los lugares turísticos registran grandes ocupaciones y consumos en este periodo

09 de Abril de 2023
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Terrazas en la "Milla de Oro" de Huesca. Foto Estela Alcay
Terrazas en la "Milla de Oro" de Huesca. Foto Estela Alcay

Algo tendrá la Semana Santa cuando la bendicen. Más allá de las creencias o las preferencias por las tradiciones, lo cierto es que las procesiones son un estímulo que llena los hoteles, restaurantes, cafeterías y bares, las ciudades y los valles, las comarcas pirenaicas y las del llano en el que se ha consolidado como uno de los grandes periodos vacacionales del año. Dependiendo de las comarcas y sin tanta influencia de la nieve, por delante de la Navidad, tal y como certifican empresarios del sector turístico. La provincia de Huesca y la Semana Santa constituyen un tándem portentoso, imbatible, un modelo que puede ser ejemplo para una desestacionalización más eficaz.

La conjunción de turistas extranjeros y españoles con las decenas de miles de altoaragoneses en la diáspora provoca que los alojamientos turísticos alcancen, al menos desde el jueves hasta el domingo, el cien por ciento de ocupación. Se extiende por la confluencia de festividades de comunidades autónomas (no es el caso de Aragón) y de romerías el Lunes de Pascua en Barbastro, Monzón y Binéfar al Pueyo, la Ermita de la Virgen de la Alegría y San Quílez respectivamente.

Este Domingo de Resurrección ha sido el colofón a unas jornadas pletóricas, con los valles pirenaicos repletos, las sierras medias (Alquézar es el ejemplo) rebosantes y las ciudades sumergidas en procesiones acompañadas por auténticas muchedumbres. Es el caso de Barbastro, Fiesta de Interés Turístico Nacional, donde toda la solemnidad ha sido secundada por una multitud en respeto y este domingo en medio del júbilo. A tope los alojamientos y los restaurantes.

En Huesca, las ocupaciones de los tres hoteles de cuatro estrellas (Sancho Abarca, Pedro I y Abba) han sido del cien por cien del Jueves Santo hasta este domingo, con una leve disminución esta noche. Carlos Navarro, del Hotel Pedro I, confirma "la importancia creceinte que ha adquirido la Semana Santa en Huesca (de Interés Turístico Regional). Ya no es sólo que se llenen las habitaciones, sino que el restaurante y la cafetería han trabajado increíblemente". Agrega que se ha diversificado el perfil del huésped, "hay muchos catalanes, madrileños, vascos, navarros, valencianos y murcianos, no pocos oscenses que vuelven a su tierra, pero este año hemos registrado a muchos extranjeros. Franceses e ingleses que, antes de irse a la playa, pasan unos cuantos días conociendo la Semana Santa de Huesca".

En Jaca, Pedro Marco afirma que la ocupación de sus hoteles ha sido magnífica, en buena medida porque la temporada de esquí no ha terminado hasta hoy pero también por el efecto de la Semana Santa de Interés Turístico Regional y por el atractivo de la comarca y de sus valles. La ciudad, con su más que interesante restauración y propuesta de ocio, ha ofrecido un aspecto animadísimo, con las calles recorridas por multitudes.

"A reventar, a tope, nunca lo habíamos visto con tal intensidad. Riadas de gente por todo Aínsa y me consta que por otros pueblos del Sobrarbe". Luis Sierco, de Aínsa, afirma que, además de que toda la Semana Santa los hoteles han estado al cien por ciento de su ocupación, asegura que toda la hostelería ha contado con el favor de una cantidad de turistas que han llenado los establecimientos. "La fortaleza del reclamo de la Semana Santa es creciente y el resultado es que ya estamos por encima de los niveles de antes de la pandemia con seguridad. Es un periodo que funciona excepcionalmente bien".

En Biescas, el valle de Tena, Formigal y todo el Alto Gállego la impresión es idéntica. Más allá de las manifestaciones religiosas, que haberlas, haylas, el aspecto paisajístico, el deporte de aventura y los estertores de la campaña de la nieve han determinado unos días con un gran nivel de ocupación hsotelera y muchos llenos en restaurantes y cafeterías.

Lo mismo ha sucedido en el valle de Benasque, donde este domingo se ha cerrado la temporada de esquí el Cerler. La gran capacidad de los hoteles de las localidades se ha visto puesta a prueba a pesar de la complejidad de las comunicaciones. El buen tiempo ha permitido que los últimos días hayan ofrecido las escenas de los mejores días de las campañas invernales o del verano.

A falta de las cifras oficiales y de la propia Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la provincia de Huesca, la sensación unánime es que la Semana Santa desarrolla progresivamente más oportunidades para consolidar la provincia de Huesca como un destino turístico importante por la combinación de atractivos naturales, culturales y sociales, con los actos tradicionales y religiosos como gran enganche para miles y miles de visitantes de procedencias cada vez más diversas y dispersas.

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