Al otro lado del puente del Isuela, el sentimiento de hartazgo es muy grande
Se ha finalizado ya el tramo del Paseo Ramón y Cajal en obras, una actuación muy esperada por los vecinos de la zona, porque no solo aporta una visión más moderna y atractiva de esta importante arteria de la capital altoaragonesa, sino que resuelve viejos problemas de alcantarillado y aumenta la seguridad de los vecinos, al reducir el número de carriles destinados al tráfico.
La actuación, sin embargo, no traspasa, al menos por el momento y que se sepa, los límites del puente sobre el río Isuela, que de alguna manera ha escenificado siempre la “lejanía” entre el barrio del Perpetuo y el resto de la ciudad. Las diferencias parecen ahora acrecentarse.