El obispo de Huesca, Julián Ruiz Martorell, ha oficiado la liturgia inaugural de la iglesia de San Martín de Lupiñén después de una reforma que ha dejado el templo realmente hermoso. Y lo ha hecho en un marco de alegría porque se celebran las fiestas de San Ginés en una población caracterizada por la unión y la capacidad de celebrar los grandes acontecimientos.
Monseñor Ruiz Martorell ha agradecido el trabajo intenso y pulcro del arquitecto, de los albañiles y de los profesionales de todos los oficios que han posibilitado la reparación del templo. Enhorabuena a todos los que han colaborado de forma tan intensa. "Los milagros existen, pero los manteles no se limpian solos", ha expresado el prelado en gratitud también a quienes mantienen el templo de forma permanente con su limpieza y sus cuidados.
Como día festivo que es, tras la ofrenda de flores que don Julián ha recibido en el altar, ha habido un magnífico vermut.