Manzanas, peras y ciruelas de la sierra de Guara recuperan el sabor de antaño

Se ha completado Catálogo de Frutales Locales de La Hoya de Huesca, un valioso patrimonio recuperado que aspira a llegar a los consumidores

Periodista
26 de Octubre de 2022
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Lanaspa, Abadía, González Burillo, Errea, Alfaro, Malo y Gállego
Lanaspa, Abadía, González Burillo, Errea, Alfaro, Malo y Gállego

Tras un intenso trabajo iniciado en 2014, este miércoles se ha presentado el Catálogo de Frutales Locales de la Hoya de Huesca, que incluye 35 variedades autóctonas de la zona de la sierra de Guara de manzano, 8 de peral y 6 de ciruelo que merece la pena recuperar por su diferenciación con las que se ofrecen en el mercado. No es un simple listado, es una alternativa para los agricultores que quieren apostar por la fruticultura, y de hecho ya se han interesado medio centenar por cultivarlas y rescatar ese valioso patrimonio. El siguiente paso, actuar en la distribución y comercialización para llegar a los mercados, al consumidor y a la restauración.  

Este proyecto de recuperación de variedades frutales en esta zona ha unido la labor de la Asociación para el Desarrollo Rural Comarcal de la Hoya de Huesca (Adesho) con el importante trabajo del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (Cita) del Gobierno de Aragón y con la colaboración de agricultores del territorio. Entre todos han conseguido rescatar un número de variedades que sorprende y que todos esperan que puedan estar en el mercado.

El trabajo ha contado con tres etapas que comenzaron por la localización de los ejemplares antiguos al norte de la sierra de Guara -a entre 914 y 1110 metros de altura-, con prospecciones en Arguis, Bara, Belsué, Bentué de Rasal, Lúsera y Nocito, una zona con grandes oscilaciones de temperatura (entre los 38 de verano y los -14 de invierno) y con precipitaciones concentradas en otoño y primavera.

Lourdes Castel durante la explicación del proyecto
Lourdes Castel durante la explicación del proyecto

Como ha explicado la técnico del Cita que ha participado en este proyecto Lourdes Castel, agricultores hicieron un inventario de árboles autóctonos que habían sobrevivido sin ningún tipo de cuidado, de los que se tomaron muestras que luego se analizaron en el laboratorio. “Estudiamos más de cien variedades diferentes para ver si valía la pena recuperarlas por ser distintas a las que ya existen en el mercado”, el segundo paso de este proyecto.

Ha detallado Castel que el 76 % de las variedades de peral, el 64 % de ciruelo y 41 de los 57 manzanos estudiados son “diferentes a todo lo que tenemos en la base de datos”. “Se trata de un patrimonio frutal diferente, de gran valor, que hay que evitar que se pierda”, ha añadido.

La tercera fase fue la propagación mediante injerto de la selección de variedades (41 de manzano, 16 de peral y 8 ciruelos) y el establecimiento de dos fincas piloto en Belsué, del agricultor Pedro Belenguer, y en Arguis, de Sergio Lanaspa. En las distintas variedades recuperadas hay gran biodiversidad en colores, tamaños, formas, sabores, aromas…

A partir de los resultados, se ha elaborado el catálogo de frutales de La Hoya con 35 variedades de manzano, 8 de peral y 6 de ciruelo ordenadas por municipios de procedencia y especies. “La puesta en valor de este producto por su alta calidad y su mayor proximidad a los centros de consumo será un elemento clave para entrar tanto en los mercados locales como en la restauración o la industria de transformación, ofreciendo un producto único y diferenciado”, ha considerado Castel.

La también técnica del Cita Pilar Errea se ha referido a que “la biodiversidad es la respuesta a todos los desafíos en la agroalimentación”. Centrado en la fruticultura, que sufre “pérdida de calidad y de producción”, ha apostado por “recuperar las variedades locales y subir el cultivo a zonas altas”.

“Este catálogo es el resultado de años de trabajo, pero hay que continuarlo para que estas producciones lleguen al mercado, al consumidor, a la restauración, y sobre todo que sean una alternativa para agricultores que quieran apostar por la fruticultura”, ha señalado.

En este sentido, se ha referido al gran interés que ha generado el catálogo. En concreto ya se han donado 2.100 árboles a 50 agricultores para que puedan ser plantados en distintos núcleos.

COLABORACIÓN Y RETOS

Toda esta labor ha sido presentada en un acto en la sede de la Comarca de La Hoya, en la que han participado su presidente, Jesús Alfaro, el presidente de Adesho, José Luis Gállego, y el director del Servicio Provincial de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, José Miguel Malo.

Alfaro ha mostrado la “ilusión” por haber logrado el objetivo tras años de trabajo. Ha recordado que, ante la pérdida autóctonas de variedades en el territorio, se tomó la decisión de poner en marcha esa recuperación. “Por motivos de despoblación y globalización se han ido perdiendo y faltaban ese aliciente para poder producir. Estamos en una economía globalizada y apostar por cosas pequeñas es complicado. Pero ahí tenemos el valor añadido y, precisamente, apuesta por la calidad y no por la cantidad; poder conseguir un producto local que se arraigue bien al terreno y con gran sabor. Eso nos da una calidad tremenda y entiendo que debe ser nuestro sello de identidad”, ha dicho.

Ha agradecido el presidente de La Hoya todo el trabajo realizado por quienes han intervenido en hacer realidad este proyecto, al igual que José Luis Gállego, quien ha destacado la colaboración público-privada con las personas que cooperan cada día en el territorio, en este caso los agricultores.

José González Burillo
José González Burillo

“Lo que favorece este tipo de proyectos -ha considerado- es encontrar resortes que mejoren la eficiencia en la agricultura y la ganadería, que mejoren campos de innovación en el territorio y, como consecuencia, podamos tener más fortaleza para afrontar el futuro desde el punto de vista de una agricultura, que cada vez encuentra más dificultades”.

Gállego ha destacado que este catálogo no es el final. “Es conveniente, y ya lo hemos hablado con los socios, que continúe y obtengamos resortes para que el sector primario tenga mejores herramientas de cara al futuro”, ha valorado.

José Miguel Malo ha considerado este proyecto “muy innovador, que genera transferencia y resalta unos recursos que, de otra forma, se iban a perder”, y ha marcado como reto de futuro “poner en valor estos productos. Hay tendencia al aumento de la demanda del producto local, pero también hay dificultades de distribución y comercialización”, donde ha opinado que hay que trabajar.

También ha participado en esta presentación José González Burillo, que ha coordinado el proyecto, quien espera que esta iniciativa “tenga la continuación que corresponde al objetivo auténtico que había detrás: incremento de rentas, fijación de población y abrir una puerta a los mercados en un área que consideramos puede ser de interés como es la gastronomía”.   

 

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