La operación retorno del puente festivo de la Constitución está causando complicaciones en las carreteras del Pirineo oscense. Miles de conductores que regresan este lunes hacia Huesca y Zaragoza se han encontrado con importantes retenciones en los accesos habituales, agravadas por un accidente registrado en las inmediaciones de Biescas.
Según la Dirección General de Tráfico, la N-330 presenta desde las 13.35 un nivel de servicio rojo con tráfico muy congestionado en sentido decreciente, hacia Huesca, entre los puntos kilométricos 628 y 615. Todos los carriles están afectados, lo que ha provocado colas prolongadas en uno de los corredores habituales de salida del Pirineo.
Las dificultades se reproducen en la zona de Biescas, donde esta tarde se ha producido un accidente en Escuer, en el municipio de Biescas, que ha mantenido cortada la N-260a en ambos sentidos durante tres horas, antes de dar paso alternativo. Ha coincidido con un importante flujo de vehículos con retenciones en la A-136, entre los puntos kilométricos 6 y 0 y en sentido sur, y nivel amarillo por congestión desde las 16.34 horas.
Estas complicaciones se suman a las ya registradas el pasado viernes, cuando el inicio del puente volvió a dejar hasta 14 kilómetros de retenciones entre la A-23 y la N-330. Los problemas se concentraron en Lanave y Sabiñánigo, puntos críticos para los conductores que se desplazan hacia las estaciones de esquí.
Las obras de la autovía A-23 y el embudo que generan en la conexión provocan esta situación, unida a la alta afluencia turística propia del puente, que ha vuelto a evidenciar el problema que suponen en estas vías.