Bentué de Rasal, el pequeño núcleo perteneciente al municipio de Arguis, ha vivido este fin de semana una jornada inolvidable. Más de 250 personas -entre vecinos, descendientes, habitantes de pueblos cercanos y amigos- se dieron cita en este enclave oscense para revivir la memoria colectiva de un lugar sigue muy vivo en el corazón de quienes lo llevan en sus raíces, acompañados de las voces y la humanidad de la Ronda de Boltaña.
Bentué de Rasal representa la realidad de muchos pueblos de la España vaciada: un territorio atrapado entre la belleza de su paisaje y la precariedad de sus infraestructuras. La escasez de servicios, y en particular la deficiente cobertura de telecomunicaciones, se ha convertido en el principal escollo para la vida cotidiana y la permanencia de sus habitantes.
Este año ha supuesto un punto de inflexión con la retirada definitiva de las líneas telefónicas fijas de cobre, un servicio que hasta ahora garantizaba cierto grado de comunicación. La compañía Telefónica ha desmantelado por completo estas conexiones, dejando a Bentué de Rasal y otras localidades vecinas casi en total aislamiento digital. La señal móvil, que podría suplir esta carencia, es escasa y apenas penetra en las viviendas.
Para hacer frente a esta incomunicación, los vecinos han instalado de manera particular unos aparatos que captan y amplifican la débil señal proveniente de Rasal. Colocadas en los tejados o integradas en las antenas de televisión, representan una inversión considerable -alrededor de 500 euros por equipo e instalación- y constituyen la única vía para mantener alguna comunicación desde el interior de los hogares. Sin embargo, fuera de la casa, la cobertura es prácticamente inexistente.
Numerosos descendientes del pueblo, movidos por el cariño a sus raíces y el deseo de preservar la memoria de sus mayores, se han esforzado en los últimos años por rehabilitar las casas familiares, muchas de ellas en ruinas o severamente deterioradas.
Gracias a su compromiso, este núcleo ha recobrado parte de su antiguo esplendor, convirtiéndose en un lugar de reencuentro generacional durante el verano y en fechas señaladas. El proceso de recuperación, sin embargo, tropieza con la falta de estos servicios, lo que dificulta aún más el arraigo o el regreso definitivo de nuevas generaciones.
En este contexto, la asociación local Virgen de la Corona de Bentué de Rasal, que preside Mari Carmen López, ha aprovechado la actuación de la Ronda de Boltaña de este domingo, un concierto "soñado" desde hace tiempo, para poner el foco en esta carencia. Además de disfrutar de la música tradicional, se reivindicó la necesidad urgente de mejorar la cobertura móvil y la conectividad.
El Ayuntamiento de Arguis ha colaborado con una aportación económica para sufragar los costes técnicos del concierto.
La organización fue impecable, sin ningún problema en la carretera ni en el aparcamiento, y con presencia de la Guardia Civil y Protección Civil para velar por la seguridad. El ambiente fue profundamente emotivo: "todo el mundo tenía recuerdos y cosas bonitas que compartir", ha comentado Rosa Ferrer, descendiente del pueblo y que conserva la casa familiar.
“Estamos muy contentos y emocionados de cómo salió todo. La ronda, que no conocía Bentué y le ha gustado mucho, se ha ido encantada y ellos mismos qué encantadores son", ha agregado.
Aún se leía por la mañana, la gran pancarta dio la bienvenida a todos los asistentes y que les despidió con un mensaje que resume el sentir de la jornada: "Bentué existe, Bentué resiste; incomunicado, pero no callado; ¡Exigimos cobertura ya! la despoblación no es casual, es falta de señal".