Contra las agresiones a sanitarios: "Ahora han sido dos bofetadas, pero si no denuncias al día siguiente te dan cuatro"

Reunión en la Subdelegación del Gobierno con motivo del Día Europeo contra las Agresiones a Profesionales Sanitarios

12 de Marzo de 2024
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Reunión en la Subdelegación del Gobierno para analizar las agresiones contra profesionales sanitarios
Reunión en la Subdelegación del Gobierno para analizar las agresiones contra profesionales sanitarios

Una reunión multidisciplinar con representantes policiales y de colectivos sanitarios ha debatido en torno al Día Europeo contra las Agresiones a Profesionales Sanitarios bajo la organización de la Subdelegación del Gobierno en Huesca para prevenir y tratar estos delitos. Delegación Territorial del Gobierno de Aragón, gerencia de los sectores de Huesca y Barbastro del Salud, la dirección del Servicio Provincial de Sanidad, los cuatro colegios profesionales (Médicos, Enfermería, Veterinarios y Farmacéuticos), la Policía Nacional, la Adscrita y la Guardia Civil.

El subdelegado, José Carlos Campo, ha recordado la creación de la figura del Interlocutor Policial Sanitario, en el caso de la Policía el inspector Emilio Latorre y de la Guardia Civil el comandante Óscar Vergara. "Tenemos suerte de que en la provincia de Huesca no hay muchas agresiones". El año pasado se registraron 7 actuaciones, tres de la Policía y cuatro de la Guardia Civil. Sólo una fue denunciada. "Que sean pocas no significa que sea un problema menor, porque muchas de ellas son silenciadas, no se denuncia y no se puede actuar". Ha hecho un llamamiento a los profesionales para que "den el paso aunque sea difícil de denunciar, porque sirven por un lado para dar respuesta a esa agresión, y por otra para prevenir futuras agresiones a sí mismos o a otros compañeros".

Campo ha agregado que los profesionales sanitarios tienen a su disposición la aplicación Alertcops, "un botón específico de SOS, que georreferencia a la persona que lo ha usado, graba las conversaciones que se están produciendo en ese momento y alerta a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para que acudan lo antes posible a solucionarlo".

El presidente del Colegio Oficial de Médicos, José Borrel, ha sido concluyente en su visión de esta problemática. Ha recordado que el Observatorio contra las Agresiones a Médicos inicialmente comenzó en 2010 y posteriormente se hizo extensivo a todo el ámbito sanitario. A partir de ahí, "tenemos muchas lagunas, fundamentalmente en la recogida de datos. Tenemos datos de las denuncias, pero no se denuncia absolutamente nada. Las agresiones verbales, las coacciones, las amenazas están a la orden del día. En el Hospital San Jorge no hay más que hablar con los miembros de la seguridad privada que nos dicen la cantidad de partes de incidencia que elevan a la dirección".

De ahí que el doctor Borrel estime que la reunión de esta mañana ha de afrontar la mejora de la recogida de datos. "Cómo convencemos a los profesionales de que hay que denunciar. Que ahora han sido dos bofetadas, pero si no denuncias al día siguiente te dan cuatro. Eso lo hemos visto en otros ámbitos de violencia dentro de la sociedad. Todo eso es lo que tenemos que ir mejorando. La Policía Nacional habrá recogido pocas denuncias, pero ha recibido muchas llamadas para intervenir. Tan pronto aparecen, desaparece el agresor y ya no se denuncia. Todo eso es un error. Tenemos que denunciar y visibilizarlo. Y, sobre todo, si el Gobierno de Aragón nos decía hace poco que este año pasado tiene recogidas dentro del salud más de 700 agresiones de un tipo o de otro, a mí me gustaría saber qué se hace con esas agresiones, que no sea simplemente poner un palito y decir una más. Y sacar un día al año la estadística, sino ver qué se ha hecho con los agresores, porque, si no, no vamos a ningún lado".

Ha expuesto gráficamente las situaciones en el medio rural donde trabaja. "Muchas veces son familiares de alguien con los que tienes relación, y eso retiene mucho la renuncia. Luego hay otro miedo: si denuncio a este que tiene problemas económicos en casa, le van a meter en la cárcel o una multa. Creemos que denunciando automáticamente va a llegar eso. Y no: la mayor parte de las veces le va a llegar un apercibimiento, un tirón de orejas y eso les va a retener". Ha afirmado que, cuando la Guardia Civil se da vueltas por los centros de salud, la gente se pregunta qué sucede. "Vienen a proteger, a darse una vuelta". Y algo similar sucede con Huesca, "una ciudad pequeña. Normalmente el agresor es familiar o amigo de uno o de otro. Y eso es un error porque un tirón de orejas en el momento oportuno sirve para mucho".

Ha explicitado otro factor, que la mayoría de los profesionales son mujeres. "Son las que están recibiendo más amenazas o agresiones. Alguien dice que hay muchas más mujeres que hombres trabajando en el ámbito sanitario. Pero vemos que a pesar de eso la ratio que les correspondería está duplicada por lo menos. Sabemos que, en todos los ámbitos sociales, la violencia está ejercida por cobardes y siempre ven en la mujer una mayor debilidad y van más a por ellas".

VÍCTIMAS DEL MALESTAR DE LA SOCIEDAD

Ha agregado José Borrel que no hay que dejar pasar ningún tipo de agresión, tampoco la verba. "El malestar de la sociedad muchas veces se refleja en los centros sanitarios, y tenemos que acabar con esto".

El Interlocutor Policial Sanitario de la Policía Nacional en Huesca, Emilio Latorre, ha enfatizado que "hay que insistir en la denuncia, que sirve porque si no estamos silenciando el problema. Con la denuncia identificamos a los agresores, damos una respuesta al problema y sobre todo evitamos que este tipo de agresiones aumenten, porque de alguna forma al hacer ya costumbre que nos puedan insultar o agredir, si luego todo esto no lo denunciamos y no tiene trascendencia, la agresión se siente impune y sigue reincidiendo en esta conducta".

Ha recomendado al personal sanitario que piense que esta situación le puede afectar. Tiene que "establecer un plan previo configurando las medidas de seguridad mejores en el despacho, la sala donde realiza la atención, quitando objetos contundentes de la mesa donde pueda ser agredido. Y luego recibir formación en lo que llamamos contención verbal para de alguna forma poder disuadir al agresor de esta conducta, ganar por lo menos tiempo hasta que llegue esta ayuda. Insistimos también en la aplicación Alertcops para que pueda ayudar a pedir auxilio en el momento en que lo necesitamos". Y ha abundado en que los centros sanitarios debieran dotar de mayores medidas de seguridad, "electrónicas, medidas de videovigilancia o vigilantes de seguridad en centros donde se producen más agresiones".

El comandante Óscar Vergara, de la Guardia Civil, ha asegurado que "en nuestro caso las cifras no son alarmantes, si bien pudiera inferirse que hay cierta cifra negra en el sentido de que muchos de los hechos quizás no se denuncien. Son simplemente agresiones verbales que los facultativos no llegan a denunciar. Es necesario aumentar la cultura de seguridad en este ámbito, poque cualquier agresión, por mínima que sea, conviene denunciarla para dar conocimiento de los hechos y que esa persona pudiera ser castigada judicial o administrativamente".

El comandante Vergara ha agregado que conviene "potenciar los servicios de seguridad privada que, en según qué centros, sobre todo en las zonas rurales, no existen. Concretamente en demarcación de Guardia Civil hay seguridad privada en el Hospital de Barbastro, ahora se va a incluir en Sabiñánigo. Y sí que en ciertos lugares donde pudiera haber alguna problemática mayor es conveniente este personal, ya que hace una primera intervención, y muchas veces palía este tipo de agresiones. En caso de no poder paliarlas, se nos llama a Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para una segunda intervención para detener al supuesto agresor".

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