El trabajo en seguridad ciudadana cuando atañe a una zona transfronteriza, la que une Huesca y Francia, y a dos cuerpos, la Guardia Civil y la Gendarmería francesa, ha sido analizado este martes en una jornada enmarcada en la actividad del Centro Universitario de la Benemérita, que se ha celebrado en la capital oscense.
Desaparición de personas, tráfico de drogas, delitos contra el patrimonio, huidos de la justicia y emergencias en montaña son algunas de las materias en las que Guardia Civil y Gendarmería cooperan y lo hacen de una forma constante y fluida, como se ha puesto de manifiesto en las charlas y la mesa redonda celebradas en Huesca.
El teniente coronel jefe de la Comandancia de Huesca, Francisco Pulido, ha abierto la jornada, con el título “La prestación del servicio de seguridad ciudadana en la región transpirenaica”, tras la bienvenida por parte de Roberto Cerdán, director del Centro Ibercaja Huesca Palacio de Villahermosa, que ha acogido la actividad. Miembros de diferentes cuerpos de la Guardia Civil y de la Gendarmería francesa han explicado sus líneas de trabajo compartido durante esta cita a la que se ha podido asistir tanto de forma presencial como online, y en la que han participado la subdelegada del Gobierno en Huesca, Silvia Salazar, el alcalde oscense, Luis Felipe, y la concejala de Seguridad Ciudadana, Ana Loriente.
El capitán Martín de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Huesca ha expuesto casos reales y las distintas formas de afrontar la investigación dependiendo del lado de la frontera en el que se produce el caso o si el marco geográfico, por ejemplo en una desaparición en montaña, abarca ambos territorios, pero siempre con reuniones periódicas e intercambio fluido de información.
Una de las últimas investigaciones, todavía abierta, es el de Cedric Tauleygne, huido el 3 de julio del pasado año, tras cometer un doble homicidio cerca de Tarbes. Lo primero que hizo la Gendarmería francesa fue comunicar la sospecha de que pudiera haber pasado la frontera, algo que puso el caso como prioridad de la Guardia Civil. Con todas las patrullas en alerta, rápidamente se localizó la motocicleta en la que se desplazó España. La investigación principal es de Gendarmería, pero la Guardia Civil, una vez localizado el vehículo, también trabaja para averiguar su paradero. “Lo más importante -ha explicado el capitán Martín- es que existe una coordinación de las unidades de investigación, con reuniones de coordinación y contactos continuos. Cualquier actuación que se lleve a un lado u otro de la frontera son coordinadas entre los dos cuerpos”.
“La colaboración ciudadana en este caso fue fundamental. Es verdad que, también al generarse alarma social, se recibieron muchas llamadas que nada tenían que ver con esta situación, pero es preferible tener ese exceso y proceder a investigarlas y descartarlas que no tener comunicación ciudadana”, ha añadido.
Sobre delitos contra el patrimonio también se realizan reuniones periódicas entre ambos cuerpos para intercambiar información sobre grupos de delincuentes que pueden actuar en Francia durante un tiempo y luego pasar a España, o viceversa. El capitán Martín ha señalado que “aspectos importantes son la colaboración ciudadana y la cooperación policial transfronteriza con la comunicación de esos delitos o grupos que se han ido detectando. Se realizan reuniones habitualmente de carácter semestral para intercambio de información, y también existe un intercambio de información sobre nuevas formas de actuar que se detecten porque es muy probable que se repitan en el otro lado de la frontera”.
Sobre el tráfico de drogas, entre otros aspectos, ha aludido a los transportistas, el “eslabón más bajo de la organización criminal”. En este sentido, ha apuntado que los profesionales deben tener cuidado con cargas desconocidas, donde pueden colarles, como ha lo ocurrido, un palé de droga, o utilizarlos como cebo para introducir por otra vía un cargamento mayor. El transportista particular suele ser captados cuando la organización criminal sale en su rescate para ayudarle a saldar una deuda, “una solución a corto plazo, pero una vez que se entra es muy difícil salir. Has cometido un delito, ellos lo saben, y seguirán hostigando para que continúes”, ha dicho.
El capitán Martín ha resumido que la situación actual es que “hay una comunicación fluida con los compañeros de la Gendarmería y una coordinación excelente”, en materia de investigación criminal. “¿Qué ocurrirá en el futuro? Se va a reforzar esa cooperación transfronteriza, seguro que la Unión Europea va a implementar mayores instrumentos de investigación transfronteriza”, ha apuntado.
Además, ha remarcado la importancia de la colaboración ciudadana. “Tiene un papel fundamental y es parte de cualquier investigación, no solo en materia de cooperación transfronteriza”, ha considerado.
También ha intervenido en la jornada el teniente jefe del Greim de la Guardia Civil de Jaca, Baín Gutiérrez, que ha puesto también de manifiesto con un caso práctico la “sintonía” que existe entre los grupos de rescate en montaña de la Guardia Civil de Huesca y de la Gendarmería francesa, con rescates que pueden pasar las fronteras.
También ha aportado recomendaciones que siempre se deben tener en cuenta cuando se acude a la montaña. Es importante la planificación previa de la actividad teniendo en cuenta la meteorología, el material necesario para el terreno en el que se va a desarrollar y la dificultad física y técnica. “Por supuesto -ha añadido- no ir solo a la montaña, lo mínimo son tres personas para que en caso de que uno tenga un problema, una segunda persona se quede con él y el tercero acuda a buscar cobertura o ayuda”, ha recordado. Ha recalcado que no se deben sobrestimar nuestras posibilidades. “La montaña siempre va a estar ahí, y es una victoria renunciar y volver. Si hace mal tiempo, si las condiciones han cambiado… me doy la vuelta”, ha aconsejado. Finalmente ha recordado que, ante una emergencia o petición de ayuda, hay que llamar al 062 de la Guardia Civil; el 17 de la Gendarmería o el 112 europeo, de Francia y España.
Gutiérrez ha recordado que está creciendo en gran medida el número de personas que acuden a la montaña, sobre todo a raíz de la pandemia, lo que, por estadística, supone más accidentes. El año pasado se realizaron casi 550 rescates, un 20 % más que en 2021.