Al camino que lleva Renfe en las últimas semanas, quizás sería bueno traer el humor de Groucho Marx y reclamar a los clientes del servicio ferroviario una especial atención a la primera cláusula: "La parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte". De los meros y enojosos retrasos (230 minutos y 4 horas en el regional, 45 y 50 minutos en el AVE), se ha transitado al surrealismo inquietante de hace dos días, cuando el AVE Madrid-Huesca hubo de rodar trece kilómetros pasado Zaragoza "marcha a la vista" con la consecuente merma de la seguridad, y al hilarante de hoy. Lean la secuencia porque tiene mucha guasa (absténganse de la guasa los afectados, que deben montar en el globo de la indignación).
R., impenitente usuario de ferrocarril, espera como es habitual en él el Regional Madrid Chamartín-Lérida en la estación de Goya, cuando recibe un "Renfe informa" más. Le comunican que, "tras efectuar su salida a las 18:10 de Madrid Chamartín, su tren Regional 17052 circula con una demora aproximada de 145 minutos. Por favor, tenga en cuenta que este tiempo puede variar a lo largo de su recorrido, aumentando o disminuyendo". Y el sentimiento por las molestias ocasionadas de rigor. 18:26 horas. R., víctima del retraso de 230 minutos el pasado sábado hasta llegar a Grañén, se pregunta qué habrá sucedido para que el convoy, que tendría que haber arrancado de Madrid a las 15.45, haya demorado su partida hasta las 18:10.
Alguien ha debido de reaccionar de inmediato porque, a la misma hora, 18:20, ha llegado otro aviso de Renfe Informa anunciando que, "a pesar de la fuerte demora que acumula su tren Regional 17052, Renfe ha dispuesto un nuevo tren para que pueda efectuar salida a la hora prevista. Podrá continuar su viaje a destino cons u mismo billete. Siga las indicaciones de nuestro personal en caso de que sea necesario".
LA MOSCA DETRÁS DE LA OREJA
R. tiene la mosca detrás de la oreja. "Da la impresión de que esto se ha convertido en costumbre para cansar al usuario y eliminar servicios por falta de demanda. El sábado 230 minutos de retraso. 4 días después 145". Piensa, al colocar una unidad sustitutiva desde Zaragoza, que las quejas publicadas por EL DIARIO DE HUESCA han surtido efecto. Pero...
Reflexiona R. y empatiza con los "que han arrancado de Madrid Chamartín con 145 minutos de retraso que, obviamente, van a llegar a Grañén o Monzón o Binéfar con toda esa demora más la que se pueda acumular. Una cosa es que a los que salimos de Zaragoza nos hayan solucionado el servicio y otra situación es la de los que vienen de Madrid hasta Zaragoza y, lógicamente, van a llegar tardísimo".
LA INVASIÓN EN CALATAYUD
El amigo N. se pone en contacto con EL DIARIO DE HUESCA. "El AVE tiene hoy nuevo espectáculo. Se ha quedado tirado algún regional que tenía que pasar por Calatayud y 70 viajeros han subido ahí al AVE Madrid-Huesca". Se supone que enfadados por el retraso del Regional, el 17052 de marras. Han debido pensar en el aforismo de que "el tren sólo pasa una vez" y se han montado en la Alta Velocidad, hastiados de esperar el Regional que tenía que haber salido a las 15:45 horas.
En la confusión del "asalto", cuatro viajeros que debían ir en el "camarote de los hermanos Marx" se han visto imposibilitados para bajar en su destino, que era Calatayud. Sumidos en la impotencia, han reclamado al revisor -poco empático, aduce la fuente, quizás por estar desbordado-, que a estas alturas valoraba si le ponían un taxi desde Tardienta o desde Huesca para tornar hasta la ciudad bilibilitana. Y aquí surge una nueva pregunta: ¿por qué no se lo han puesto desde Zaragoza? Todo muy kafkiano. Cada día, como escribió Santa Teresa, tiene su afán para Renfe, pero Murphy se ha empeñado en poner un epílogo a esta narración: "Continuará..."