Como no hay dos sin tres, ni tres sin cuatro o sin cinco, el AVE Madrid Atocha-Huesca ha vuelto a hacer de las suyas en la unidad 3393 que ha llegado a la capital oscense con 50 minutos de retraso. Ya llevaba demora a la altura de Zaragoza cuando, por "causas ajenas a Renfe" (habrán de ser explicadas, porque se supone que no se le achacará la responsabilidad al pasaje), se ha visto obligado un profesional a exponer que todo iba a ir más despacio, muy lento. Ya estaba clara la razón: tecnológica, así que todos a confiar en la vista de la tripulación.
"Es importante lo que les voy a decir. Tenemos un problema con la vía en este tramo y vamos a perder tiempo. Tenemos que hacer 13 kilómetros marcha a la vista. No sé si lo han oído alguna vez. Pues a velocidad reducida porque la seguridad es visual, no es electrónica. Entonces, cuenten que vamos a perder otros quince minutos por lo menos. Eso es lo que tenemos ahora mismo. Esto es lo más restrictivo que tenemos. Si no, no podríamos". ¿A qué se debe?, pregunta una pasajera. "Porque tenemos algún problema en la vía. Cuando alguna cosa en la vía no está bien, no está comprobable informáticamente, hay que hacerlo manual".
Un buen amigo, H.G.S. me indica que la marcha a la vista es la velocidad que considera el maquinista segura para poder detener la composición a tiempo por cualquier incidencia en la vía, ante un tramo del itinerario que esté sin la supervisión, por cualquier fallo, de los sistemas de seguridad (Asfa y ERTMS). En definitiva, cuestión de garantizar la integridad del tren y, con él, de los usuarios. En ocasiones, obedece también a condiciones de baja visibilidad, si bien no parece el caso en esta noche.
El revisor del AVE 3393, el mismo convoy que sustituyó el pasado 27 de enero al "titular" (3933) y que no pasó de Zaragoza sin otra avería, ha comunicado la incidencia recién pasada Zaragoza. Ya a la Estación de Delicias había llegado con veinte minutos de demora sobre lo previsto, Ya a las 21:35, cuando el pasaje debiera estar en sus casas de Huesca, Renfe Informa señalaba que "debido a una incidencia técnica por causas ajenas a Renfe su tren Ave 3393 circula con una demora aproximada de 20 minutos. Por favor, tenga en cuenta que este tiempo puede variar a lo largo del recorrido. Disculpe las molestias".
El retraso ya era superior al indicado en el mensaje. Al llegar a Huesca a las 22:15, ya apeados del tren, asomaba a los móviles otro mensaje. "Debido a una incidencia técnica por causas ajenas a Renfe su tren Ave 3393 circula con una demora aproximada de 45 minutos. Por favor, tenga en cuenta que este tiempo puede variar a lo largo del recorrido". El trayecto ya había cumplido (eran las 22:19), eso sí, con cincuenta minutos de retraso.
El círculo de Inforenfe se cerraba a las 22:35, cuando invitaba al pasajero a comprobar el estado de la indemnización transcurridas las 24 horas desde su llegada a destino en oficinas principales o en la web.
Se suman estas incidencias de hoy a las averías del 3 y el 27 de enero y al retraso de 45 minutos el pasado viernes. Se debe estar gastando una pasta Renfe, pero nada es comparable con el enojo de los sufridores usuarios.