Agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) de la Comandancia de la Guardia Civil de Huesca han detenido en Grañén a una persona por supuesto delito de quebrantamiento de condena y medidas cautelares de orden de alejamiento, impuesta por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 3 de Huesca contra dos mujeres. Se trata del individuo cuya intimidación a varias mujeres desveló EL DIARIO DE HUESCA a través del testimonio de algunas de ellas.
Sin embargo, la indignación crece en Grañén porque, al día siguiente de la detención, "Chuvi" ya se encontraba en libertad y se paseó por la localidad con toda naturalidad.
Los hechos venían produciéndose desde mediados del mes de diciembre y habían sido denunciados en el Puesto de la Guardia Civil de Tardienta. En los siguientes días a la denuncia, agentes pertenecientes a la Comandancia de la Guardia Civil de Huesca, realizaron servicios enfocados a la localización y detención del supuesto autor de los hechos acaecidos, sin éxito. Una circunstancia esta que provocó malestar en Grañén ya que esta persona se dejaba ver en establecimientos comerciales y bares y, sin embargo, escapaba a la vigilancia de la Benemérita.
El 25 de enero, componentes de la Usecic de la Guardia Civil de Huesca, mientras realizaban un punto de control de verificación de personas y vehículos, localizaron al supuesto autor. En el momento que le fueron a dar el alto para su identificación, hizo caso omiso a las órdenes de los agentes, procediendo a su inmediata detención, manteniendo esta persona en todo momento una actitud agresiva y violenta hacia la Benemérita. El autor es un varón de 48 años y vecino de la Comarca de los Monegros.
El Puesto de la Guardia Civil de Huesca instruyó las diligencias por un supuesto delito de quebrantamiento de condena y medidas cautelares, que junto con el detenido fueron entregadas al Juzgado de Instrucción nº 5 de Huesca, quedando el encartado en libertad con medidas cautelares.
El individuo, que había salido de la cárcel de Castellón, ocupaba una granja abandonada y provocaba continuas molestias a las dos mujeres que denunciaron hasta la vista judicial en agosto que decretó la orden de alejamiento y prohibición de comunicarse que vulneró permanentemente, aunque hay más víctimas. Se dedicaba, además de merodear a las mujeres, a realizar pintadas en la vía pública entre insultantes y de pretendidas declaraciones amorosas, bajo el apodo de Chuvi.